Los que conocen a Chino Moreno saben que se trata de una persona que siempre intenta pensar fuera de la caja. Su plataforma principal, Deftones, le ha funcionado perfectamente para desarrollarse artísticamente y en sus últimas entregas, su trabajo ha sido admirable. Ha sabido cómo transmitir la dosis adecuada de energía, con líricas que atrapan: siempre interesantes e intrigantes. ¿Pero quién es Chino Moreno fuera de Deftones? Es una pregunta que él mismo ha explorado en colaboraciones con distintos artistas a lo largo de casi dos décadas, con su primer proyecto alterno, Team Sleep (por allá de 2005) o con Palms. Pero hoy tenemos más claridad con el lanzamiento del debut de Crosses, su nueva banda con Shaun Lopez y Chuck Doom.

El sonido de Crosses llamó la atención desde su llegada al mundo. La fórmula estaba bien establecida: elementos intrigantes (como un misterioso logotipo en forma de cruces), una estética oscura con una acentuación sexual y teasers relacionados con el género witch house. El primer EP llegó gratis en 2011, mientras que el segundo, en 2012, tuvo un costo significativo. Enseguida vino la gira y una participación en el festival Lollapalooza Chile 2012. Al parecer, Crosses solo era una aventura pasajera para sus creadores. Deftones regresó con su séptimo álbum, Koi No Yokan, por lo que Chino tuvo que regresar a la rutina que lo mantiene de pie desde 1995.

Meses después, Crosses resurgió con un anuncio importante: el proyecto que muchos meses atrás había acaparado la atención de medios, fans y curiosos lanzaría su álbum debut en 2014. Y al tener en nuestras manos la primera larga producción de este proyecto, surge una duda obvia: ¿por qué construir un LP con las canciones de sus dos EP’s pasados? El factor sorpresa en este debut no aparece hasta la pista numero tres, con “Bitches Brew”, el primer sencillo que el trío presumió, hace pocas semanas. Y contiene los mismos elementos: una base electrónica, toques de new wave y una atmósfera siniestra. Un tema bien logrado que acentúa la buena producción del disco.

Muchos ya conocen lo que puede hacer Chino Moreno en terrenos electrónicos, sobre todo en el género trip hop. En su pasado están canciones como “No Ordinary Love”, “Teenager”, “Ever” (con Team Sleep). Pero su acercamiento al género en Crosses es distinto; es conservador, poco arriesgado y en varias ocasiones monótono, sin subrayar que sea un punto en contra, simplemente es el color del álbum, gris. Y en la parte lírica, Moreno utiliza temas para conectar con la juventud que creció con él, como reencontrarse con un amor perdido, con fantasmas del pasado y las obsesiones, las relaciones aburridas y las amistades transitorias, inestables y vacías.

Crosses es un álbum que podría cerrar un ciclo de la banda, no el primero, tampoco el último. La fórmula no deberá ser abusada por sus integrantes. La reinvención es el siguiente paso. Además, sus canciones tienen el poder de ser permanentes; destacan cortes nuevos como “The Epilogue” y “Blk Stallion”. Crosses es un proyecto en el cual sus integrantes combinan géneros distintos a los que les conocemos de bandas antiguas: trip hop, new y dark wave, así como algo de synth pop, licuados con los aparatos electrónicos indicados. El resultado es un álbum homogéneo y sólido, con una identidad propia y coherente, alejado de las tendencias actuales y armado con delicadeza desde sus más pequeños engranes. Una obra bien lograda para el trío, que suma un logro más para sus carreras como individuos.