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Hoy se cumplen 10 años del lanzamiento de The College Dropout, álbum debut de Kanye West. Hoy, Kanye es el nombre más importante del hip-hop en todo sentido, es quien marca el nivel porque creó su propio nivel. También es el que sale en los tabloides de la mano de su infame prometida Kim Kardashian, es el villano que le robó el micrófono a Taylor Swift en una entrega de premios de MTV para defender el trabajo de su familia, es el megalómano delirante que se autoproclamó Yeezus y para muchos, es el artista más importante de nuestros tiempos. Pero antes de que cada palabra que sale de su boca provocara debates interminables, antes del culto alrededor de su persona, de las líneas de ropa y de los escándalos de cada semana, Kanye West tuvo que luchar por ser escuchado.

The College Dropout fue la oportunidad de cambiar su vida de lograr que el mundo conociera el talento al que él mismo le ha confiado todo. Hoy es fácil recordar ese álbum por los grandes sencillos “Jesus Walks” y “All Falls Down”, pero en una región en la que el hip-hop llega algo tarde y dificilmente es centro de conversación, vale la pena recordarlo desde otro punto de vista. 3 historias, 3 canciones para entender mejor al que hoy muchos miran como un monstruo engreído y nada más.

La canción que empezó todo: “Through The Wire”

Kanye West estaba al borde de la desesperación. Después de demostrar su talento una y otra vez como productor, de conseguirle fama a quienes fueran sus ídolos y algunos otros de talento cuestionable, nadie creía en él, nadie lo apoyaba en su intento por cambiar de lugar en el estudio: dejar su asiento detrás de la consola, para instalar su trono detrás del micrófono.

Después de una larga noche en el estudio, Kanye salió en su Lexus rentado y en poco tiempo tuvo un impacto casi fatal. Fue llevado al Cedars-Sinai Medical Center, el mismo hospital donde murió Biggie Smalls y más tarde nacería su hija, donde le salvaron la vida y reconstruyeron la mandíbula. Lo primero que hizo al salir de ahí fue luchar por su sueño, entrar al estudio y grabar la canción que cambiaría su vida.

Con la mandíbula aún dañada y un cable sosteniéndola grabó “Through The Wire”, la historia de su encuentro cercano con la muerte y el inicio de una vida. Esa canción fue su primer lanzamiento oficial, la que logró convencer a los ejecutivos de su disquera de que sí tenía un futuro como artista.

Cuando esta canción llegó a los oídos del mundo ya existía “Jesus Walks”, ya existían otras que fueron más populares, pero fue la poderosa historia de vida o muerte y su gran esperanza la que le consiguieron una oportunidad más de ser escuchado, de lanzar su álbum debut: The College Dropout.

Kanye West también tuvo que pedir favores

Después de decidir a regañadientas firmar a Kanye como rapero en su disquera, Jay Z (en aquel entonces Jay-Z), tampoco quería grabar una colaboración para este disco. Aún cuando Kanye le había producido hits, aún cuando ya formaba parte de su familia -de negocios al menos- Jay-Z grabó esta colaboración mirando a West hacia abajo, haciéndola sobre él. Su relación estaba lejos del dúo dinámico del Watch The Throne, no existía el mismo respeto, ni el reconocimiento al talento de Kanye.

Alguna vez tuvo que rogarle a Jay Z por un poco de su tiempo y rimas; valió la pena.

La canción a la que tienes que prestarle más atención

Quizá porque sabía que podía ser su debut y despedida, Kanye decidió contar gran parte de su pasado en una canción de The College Dropout: “Last Call”. Todo lo que necesitas saber sobre la evolución de Kanye de productor a rapero se esconde en la letra de esta canción. Quiénes lo apoyaron, quiénes firmaban sus beats cuando él hacía todo el trabajo, cómo vivía al borde de la bancarrota con su mamá y en resumen la gran lucha que fue el arranque de su carrera. 12 minutos de historia oral narrada por su protagonista. Dicen que la historia la escriben los ganadores y Kanye West se salió con la suya.