El 2013 ha vivido momentos en los que la superficialidad (tanto musical como de las personas) se ha apoderado del mundo entero (perdón Miley). Vivimos en tiempos en que los discos tienen 10 canciones cuya duración promedio es de tres minutos. El top 40 está plagado de canciones con beats electrónicos y voces de mujeres, la fórmula es muy clara. En este mundo es en el que llegó Kiev, para ponerle una pausa y dejarnos respirar.

Kiev es un quinteto de California que decidió alejarse del top 40 y sus fórmulas, hace un disco con 13 canciones y tener piezas de seis minutos de duración. Ok, no es Godspeed You! Black Emperor y sus odas a la melancolía y la revolución que duran 25 minutos, pero lo de Kiev es de valientes. Los californianos mezclan jazz, ambient, un poco de funk, rock , un exquisito saxofón procesado por varios efectos y una voz que nos recuerda a Thom Yorke y Kasper (de Kashmir) con estructuras progresivas dignas de The Greatful Dead.

Falling Bough Wisdom Teeth es el primer larga duración de Kiev. Dentro de las 13 canciones encontramos cuatro que dan calma al mar sonoro del álbum, las cuatro se llaman “Pulsing” y tal parece que su misión en la vida es unificar el monstruo de notas y armonías de FBWT. Lo interesante de Kiev es que por momentos es nostálgico y romántico y por momentos salvaje y abrupto.

Los Kiev son personajes introspectivos, de esos que hablan bajito y despacio, de los que fácilmente se puede confundir con tímidos, sin embargo, no es así. Son calmados, piensan muy bien lo que dicen y son grandes conversadores. Estas características se ven reflejadas en las 13 canciones que forman Falling Bough Wisdom Teeth. Este álbum sí es complejo pero no por ello difícil, todo lo contrario, basta con dejarse llevar por las armonías de los teclados, el ritmo de la batería y el bajo, la voz hipnotizante y el timming preciso del saxofón.

Kiev hace música pensada, trabajada, no hace canciones prefabricadas como comida congelada lista para prepararse. Se toman su tiempo y piensan muy bien cada nota que tocarán, se nota en cada una de las piezas que forman Falling Bough Wisdom Teeth y por supuesto que se agradecen. En vivo la banda pone ese granito extra de agresividad y convierten sus canciones en piezas más intensas, se nota que son una banda que trabaja, que tiene orden y que además, disfrutan sobremanera estar arriba de un escenario.