De la noche a la mañana Drake se convirtió en una superestrella del universo del hip-hop. Aclamado por el público y la crítica, se ha convertido en el rapero favorito de una nueva generación sin ser un rapero en el sentido más estricto de la palabra. Jay Z es el empresario, el hombre de las masas. Kanye West es el artista, el genio incomprendido. Hasta ahora Drake ha sido quien canta desde el corazón, no de la calle, el “rapero emo”, el sentimental, pero eso no es suficiente para construir un legado. Nothing Was the Same, su tercer álbum de estudio, es una pausa sensata en su carrera para contarle al mundo la historia de sus orígenes, revivir su pasado antes de ver a dónde lo lleva el futuro.

“Started From the Bottom” fue el primer adelanto del disco y sin duda es el sencillo más contundente del mismo. Aunque ha sido criticado por decir que viene de abajo cuando era una estrella de televisión, pero en su mitología eso no es del todo cierto. Cuando él trabajaba en Degrassi no tenía un sueldo espectacular y lo que ganaba iba destinado a mantener a su familia porque su madre estaba muy enferma. Aunque el mundo no le acabe de creer, es un nuevo himno para todos aquellos que han trabajado a más no poder por alcanzar lo que quieren. “Hold On, We’re Going Home” es otro de los grandes aciertos del disco y entra directo a un top de lo mejor de Drake. Su lado más sensible volcado totalmente al R&B, una canción para toda pareja que pasa por un momento difícil.

Destaca “Too Much”, una coproducción con el asociado de SBTRKT, Sampha. Su voz profunda y dolida es un sólido reemplazo para todos los que se enamoraron de The Weeknd gracias a la música de Drake. Una vez más, triunfa en explorar una vertiente más sensible del hip-hop. Nothing Was the Same pierde algo de gracia en las canciones en las que Drake trata desesperadamente de reafirmar su poderío y su actitud. “Worst Behavior” es risible, el nerd de la escuela llega un día con chamarra de piel y quiere ser malo; simplemente no va a funcionar. Estas canciones hacen que sea un disco casi hecho por y para el rapero, un desahogo para limar inseguridades.

Al final, Nothing Was the Same es la obra menor en la discografía de Drake porque no avanza hacia ningún lado. El reconocimiento de lo que ha alcanzado en el presente a través de su pasado hace que el álbum se sienta como un preparativo para lo que vendrá. Sin embargo mantiene un alto estándar de calidad en su trabajo, producción innovadora y la facilidad que tiene para contar historias, hacen que aún en su momento más bajo, Drake sea mucho más grande que una oleada de competidores.