Shiro Schwarz es la evolución de cuatro proyectos que tenían anteriormente.

Pammela: Ya sólo trabajamos con Shiro, aunque empezamos con diferentes proyectos. Primero fue uno audiovisual y queríamos que se representaran nuestros nombres, le pusimos Pammela Rojas y Rafael Marfil, después empezamos a usar pseudónimos para los demás en los que teníamos diferentes estilos.

Rafa: Al final tuvimos cuatro, PRRM, donde había un perfomance basado en la interpretación, cantando y tocando teclados. Los demás eran de improvisación audiovisual, de acid house, de música abstracta muy experimental y otro de 8bit.

P: Nos decían que no se entendía bien lo que hacíamos, que deberíamos casarnos con un solo proyecto. Un día vimos que nadie nos identificaba muy bien y fue que abrimos los ojos por fin. Con la primera etapa agarramos un montón de experiencia de tocar en foros muy diferentes entre sí, además de tener distintos estilos.

R: Lo que nos hacía falta era una onda de identidad, condensar todo en algo que en cierta forma nos sintiéramos cómodos.

Después de esta experiencia con los cuatro proyectos, ¿Shiro qué es, dónde entra?

P: Es la evolución de PRRM, tiene tendencias al soul y el jazz.

R: También algo de house. Siempre nos ha gustado bailar, la onda de los clubs es de donde vengo. Es un poco de pop bailable electrónico…

P: Con un toque de funk.

La estética que rodea a Shiro Schwarz tiene un toque oriental, como del animé en una onda de caricatura futurista….

P: Nunca nos habían dicho eso, pero tiene mucho que ver con que soy ultra fan de Japón y la animación y yo me encargo de esa parte. Todo lo que consumo visual siempre es eso, personajes, cosas fantásticas. Nuestro viaje es algo del espacio y en el futuro, por eso todas las imágenes son como de paisajes pero no terrestres, sino como exóticos, todas las fotos las tomamos en un viaje a Argentina que hicimos a fin de año. Vimos puras montañas allá.

R: Fuimos a ver los glaciares…

P: Y el monte del Aconcagua, de ahí salieron muchas imágenes para los visuales. Me inspiró mucho verlo. No creo que sean muy diferentes los paisajes en otros planetas, tal vez cambien los colores y la luz, pero nada más.

¿De dónde surge el concepto del blanco y el negro? En Shiro Schwarz, él (Rafa) sólo viste de negro y ella (Pammela) de blanco.

P: Surgió a la par del proyecto, Rafa empezó a vestirse de negro como en el 2008.

R: Yo me fui en el 2007 a Londres, estuve seis meses allá. Me di cuenta del viaje de la ropa color negro, está muy cool, la gente reaccionaba muy bien, me gustaba cómo se veía y me identificaba mucho con ello. Comencé a vestirme de esa forma, compré dos pantalones y dos sacos iguales, era súper práctico. En el 2009 Pam lo vio y le gustó.

P: Empezamos con la idea del proyecto en ese año, pensamos que estaría chido que yo también me fueras monocromática pero en otro color. Intenté el rojo pero me sentía toda incómoda, nos empezamos a viajar con eso de la monocromía. Antes yo me vestía con muchos colores, los que más se pudieran, aunque nunca me había gustado el blanco, fue como darle una chance a ese color, me di cuenta de que me identificaba muy cabrón y me enamoré de él. Me gusta el color como más crudo, como blanco sin el cloro.

El hecho de la monocromía te da otra presencia como banda, es como un uniforme, me imagino que si hace reaccionar diferente a las personas cuando los ven….

P: En Shiro, la parte visual es super importante.

R: Oficialmente nuestro primer show fue en Cine Tonalá, habíamos tocado en el Imperial y el AM, en el Caradura fue el primero pero no nos llamábamos Shiro Schwarz y todavía teníamos la onda del performace improvisado, muy retador técnicamente.

P: Nos paramos seis meses para hacer esto, cambiar la rutina y trabajar en esta onda. Estamos acostumbrados a sacar material nuevo todo el tiempo, sobre todo él (Rafa).

R: Después de haber hecho el disco de Shiro, ya tengo como 10 piezas nuevas. Una pieza de Shiro está lista para mi cuando tiene las dos voces y se manda masterizar. Todavía tengo mucho que perfeccionar en el electro funk ochentero, que es lo que tocamos.

Además de toda esta evolución, ¿cuáles han sido los retos principales para Shiro?

R: Expandir mi lenguaje musical al funk, hay técnicas que no usaba, como armonizar las melodías o tocarlas con más notas. Me gusta porque es algo que no sé hacer, los bajos se me hacen muy difíciles también, me encantan, toda la rítmica es muy rica. Cantar y tocar también es difícil.

La parte electro y para bailar la puso Rafa, pero tú ¿qué le aportas a Shiro en la parte musical, cuál es el otro 50% que hace a la banda?

P: Siempre he sido muy cursi, me gustan las cosas románticas y tengo muy fuerte el lado como melancólico en la música como Elliott Smith o Azure Ray, se me hace increíble lo que hacen. Eso es una influencia muy cabrona para mi, Everything But the Girl también. Me influencian mucho las voces de las chicas, son las que siempre me han inspirado, pero nunca pensé que fuera a terminar haciendo esto. El pop ochentero lo domino por mis papás. Dani Siciliano, me ha marcado mucho también, me identifiqué muchísimo con ella porque no tiene educación formal ni académica en canto y eso me alivió muchisisismo, pensé que si ella pudo yo también. Ahora ya estamos en clases los dos.