“Todo comenzó como un colectivo de artistas que intercambiaran ideas e información sobre las propiedades medicinales de la comida.”

¿Cómo fue el primer ensayo de Bosnian Rainbows?

Empezamos desde cero, todo comenzó con el deseo de crear un grupo colaborativo, un colectivo de artistas que vivieran juntos e intercambiaran ideas e información sobre las propiedades medicinales de la comida, esa fue la idea en un inicio. Todos los integrantes eran líderes de otras bandas, compositores, músicos, etc. Nos fuimos a vivir a Alemania dos meses, donde realmente convivimos. En los últimos cuatro días nos metimos al cuarto e hicimos todas las composiciones que formaron parte de la música de Bosnian Rainbows.

“La perspectiva, eso es la vida.” 

Después de tantos proyectos, ¿cuál es la historia que Omar Rodríguez-López quiere contar con Bosnian Rainbows?

La convivencia, la vida cotidiana… Todo lo que me influye es resultado de la vida que estoy viviendo, la justicia, la injusticia, la muerte, la vida, el amor, todo lo que está sucediendo en el mundo, todas esas cosas son las que nos dan la información y lo que realmente nos forman como personas. La manera de ver los eventos en el mundo, eso es lo que forma la perspectiva, eso es la vida.

Tienes una gran capacidad creativa y lo has demostrado a lo largo de tu carrera editando discos al por mayor, ¿cómo sabes cuando una canción es para tal o cual proyecto o cuándo una idea es para Bosnian?

Anteriormente era al azar, todo era sujeto a mi antojo. Antes cuando componía se me antojaba que un disco o una canción fuera con Mars Volta y otro con alguien más, pero con Bosnian es otra cosa. El hecho de que haya dejado de hacer discos solistas y composiciones que son sólo para mi ha influido. Ahora estoy completamente involucrado en el proceso colectivo y ese es el punto del grupo y de la creación del proyecto, todas las ideas musicales que tengo son para el grupo, ahí decidimos si las usamos o no.

“Uno sólo está completo cuando estás compartiendo y conviviendo con la gente.”

Después de At the Drive-In realmente no volviste a trabajar con una banda como tal, tenías a tus amigos tocando tus canciones en todos tus proyectos, ¿cómo te sientes de retomar la cuestión de componer en conjunto después de trabajar solo?

¡Es increíble! Se siente como si hubieras tomado pura Coca Cola durante tu vida y de repente tomas un vaso de agua y te das cuenta que eso es realmente lo que tu cuerpo necesita y quiere. Para ser una persona completa eso es necesario, sólo sea da cuando compartes, eso es ser una persona completa. En términos musicales, que son un reflejo de la vida, pues uno sólo está completo cuando estás compartiendo y conviviendo con la gente, así que para mi es eso. Ahora que lo estoy haciendo de nuevo, digo: “¡Coño! ¿Por qué me tarde tanto tiempo?”

Así es la vida, sabia, te pone en donde tienes que estar. Después de At the Drive-In formé Mars Volta porque estaba harto del proceso colectivo. ATDI era un grupo democrático, me cansé de trabajar con más gente entonces hice un grupo donde yo mandaba e hice Mars Volta por 12 años. Me agoté también de eso. Lo que sucedió es que ahora ya pude hacer una decisión educada, lo viví desde ambos lados del proceso colectivo, ya experimenté las dos formas y ahora sí con todo corazón puedo decir que la única vía es la colectiva.

“Uno no puede comprar un boleto de Metallica y luego darse cuenta de que Metallica está tocando reggae.”

¿Cuál fue la gota que derramó el vaso para terminar definitivamente Mars Volta?

La vida y el tiempo. Ese grupo lo hice por 12 años y creo que es algo saludable, en términos del arte y la vida, estar siempre cambiando y creciendo y realmente formando la perspectiva de lo que te rodea, el ambiente. Cuando haces un grupo y algo que la gente va a consumir, de alguna forma te cierras a otras posibilidades. En la vida real y cotidiana uno puede crecer y cambiar, a los 15 puedes meterte en qué se yo que y a los 24 está bien cambiar por completo, en la música y las cosas que se convierten en producto y que involucran industria no se puede hacer. Uno no puede comprar un boleto de Metallica y luego darse cuenta de que Metallica está tocando reggae. Limitas las posibilidades de tu crecimiento, es parte de lo que pagas por la situación increíble y afortunada que es vivir de la música. Uno tiene que explorar y experimentar las posibilidades que se han creado dentro del grupo. Tienes que crear otro ambiente después de un tiempo para poder crecer.

Cuando comenzó Mars Volta, mencionabas a Julio Venegas como tu mentor y guía, ¿actualmente tienes un gurú que te guié?

¡Claro! El más grande que existe es Dios y que es realmente mi madre. Ella es mi origen y mi vida, la cosa más cercana y tangible que tengo a la sensación del alma de Dios. Para mí, mi madre es la persona que me ha llevado a cabo por así decirlo, me dio mi educación más que nada, es la influencia más grande, siempre cuando estoy en duda pienso cómo lo vería o haría ella. Era una persona muy espiritual y muy de principios. Einstein decía que la prueba real de un ser humano es cómo puede expresar sus principios en los momentos de presión más alta.

La música que haces con Bosnian Rainbows es diferente a lo que te hemos escuchado antes, ¿sacaste tus demonios más profundos para poder hacerlo, como una purificación?

Sí, siempre. En todo lo que es el arte: un guión, música o cocinar, en cada movimiento el ser humano se está expresando, dejando que los demonios salgan, al igual que los dioses. Que todo salga al aire para que uno pueda sentirse vacío, eso es algo bueno. Si uno está lleno todo el tiempo de ideas o experiencias no tiene perspectiva, tenemos que vaciarnos, eso es la terapia, hablamos con un tipo por horas hasta que por fin podemos decir eso que nunca le pudimos decir a alguien más. Así puedes hacer una decisión lógica y llenarte otra vez. Es un ciclo constante de llenarse y vaciarse, si no siempre vas a estar pesado y así no puedes caminar.

¿Cuáles son tus principales demonios?

Omar Rodriguez-Lopez en el estudio / Foto: Facebook de Bosnian Rainbows.

Omar Rodríguez-López en el estudio / Foto: Facebook de Bosnian Rainbows.