El pop nunca había sufrido tanto como en la era digital. El género siempre ha tenido problemas de credibilidad, pero en el 2013 parece más difícil que nunca probar lo contrario. Concursos de talento, reality shows, éxitos fugaces, videos virales fuera de control y productos pop mejor planeados que nunca. El mundo de la música pop se ha convertido en un océano de ruido en el que es difícil encontrar una gran propuesta exitosa y que se mantenga a la altura. Pareciera que son pocos los nombres que de verdad vale la pena seguir por más de un disco, pero afortunadamente en el 2013 llega alguien que nos regresa la fe en el género.

Justin Timberlake es un veterano del pop, desde finales de la década antepasada ya hacía bailar con los éxitos de N*Sync, pero lo que hace ahora lleva el género a otro nivel. En The 20/20 Experience Justin pasa a las grandes ligas del pop, ya no queda duda de su talento. Es un artista nato que en su área supera por mucho la ambición de todos sus contemporáneos. ¿Canciones pop de seis o siete minutos? Suena extraño, pero no es la primera vez que se hace. Algunos de los éxitos de Michael Jackson o de Prince llegaban a durar eso o más y esa es la primera pista que nos dice dónde Justin colocó su mirada.

The 20/20 Experience es un ambicioso proyecto vanguardista que rompe los parámetros del pop en 2013. Soul, funk, hiphop, world music y todo lo que se les pueda ocurrir. El álbum es una colección de sonidos que normalmente no tendrían lugar en un disco pop, pero Timberlake y su fiel productor Timbaland logran que funcionen. Claro ejemplo es “Tunnel Vision”, una combinación con una base R&B que remata con sintetizadores, arreglos de cuerdas y uno que otro ritmo del medio oriente que hace de la canción algo único. “Let the Groove Get In” es uno de los temas más movidos del disco que en ocasiones podría pasar por un éxito perdido de Gloria Estefan y la Miami Sound Machine, pero en otros parece un extracto de una compilación de Ritmos del mundo. La canción final del disco (“Blue Ocean Floor”) es otro claro ejemplo de esto, una combinación de melodías psicodelia, R&B y ciertos toques de ambient que convierten la canción en una rareza musical. Cada canción es una sorpresa, una verdadera proeza que debe ser admirada por su ambición y éxito en combinar el factor pop con la experimentación.

La otra grata sorpresa del álbum es ver que Timbaland recuperó su mojo después de haberse convertido en el productor de moda y haber quemado todos y cada uno de sus beats. En este disco escuchamos ese toque característico, pero claramente evolucionado, el tiempo alejado de la música sirvió para que pusiera sus ideas en orden y pudiera reinventar su exitosa fórmula.

Las canciones podrán durar arriba de seis minutos en promedio, pero eso no evita que sean éxitos en potencia, además de “Suit & Tie” y la épica “Mirrors” el álbum fácilmente podría tener otros tres hits que llegarían a la cima de las listas. Ninguno es tan pegajoso como “SexyBack” o “Rock Your Body”, pero bastan dos escuchadas para quedar completamente atrapado. Las letras podrían ser vistas como el punto débil de todo el disco, en general no se alejan mucho del romance cursi, sexo o la vida de fiesta, pero… ¿realmente se necesita algo más de Justin? Es un seductor por naturaleza y su música lo refleja a la perfección.

The 20/20 Experience es el disco más completo de su carrera, diez canciones que serán recordadas como parte esencial del sonido del 2013. Es difícil imaginar un disco pop que pueda superarlo, al menos este año. Aunque claro, con una segunda parte programada para septiembre puede que Timberlake se opaque a sí mismo. El pop tiene un nuevo rey y se llama Justin Timberlake.