Tres años pasaron desde que Midnight Juggernauts lanzaron un disco de larga duración con The Crystal Axis. Ahora regresan con un nuevo álbum formado por 10 canciones, Ucanny Valley o el valle extraño, raro, asombroso o inesperado en español.

El álbum abre con “HCL”, una canción que arranca con sintetizadores (la herramienta favorita del trío australiano) y un beat que emociona. Después entra la voz y los elementos del principio se ven opacados por un bajo y otro teclado que evolucionan a lo largo de la canción. Sin embargo, deja con ganas de escuchar más. La segunda canción es una balada, “Ballad of the War Machine”. Una pieza tranquila muy bien lograda que nada entre capas de sintetizadores y baterías, con una voz triste y nostálgica. Poco después de la mitad de la misma, esos sentimientos ceden y dejan ver un brillo de esperanza. SIgue, “Memorium”, primer sencillo que lanzaron de Uncanny Valley. Tiene todo el sello de la casa, es ideal para la fiesta y seguramente que aparecerá en muchos DJ sets. Tiene una base rítmica que inmediatamente invita a bailar al escucha. No es “Into de Galaxy” ni “Shadows” pero tiene potencial.

“Streets of Babylon” continúa la línea a la que nos tienen acostumbrados, ahora el sonido de Midnight Juggernauts acaricia el techno y le da las gracias. Sin embargo, por momentos parece una canción de Avicii o Swedish House Mafia, sin los drops ni los sonidos de máquinas descompuestas. Una canción que no es balada pero tampoco es para musicalizar una fiesta, se queda indefinida hasta el final. “Sugar and Bullets” suena más upbeat y con ganas de musicalizar la fiesta de graduación de algún adolescente, una vez más, el trío se contiene y suena falto de emoción y sorpresa. “Monsters of Gold” pasas desapercibida y se queda como un intento fallido de canción espacial.

“Systematic” nos regresa un poco la esperanza de que las últimas cuatro canciones salven a Uncanny Valley y de paso la carrera de los Mignight Juggernauts. Regresan los bajos divertidos y bailarines. La canción del verano en Australia, sin problemas esta pieza podría funcionar como sencillo y más si se acompaña con un video veraniego.

Ocho canciones les tomó a los Juggernauts despertar, y en “Deep Blue Lines” nos regalan una canción que es alegre pero a la vez transmite tristeza y melancolía. El punto más alto de Uncanny Valley. “Another Land” es el track más oscuro de este álbum, sin embargo, no desentona con las demás canciones. Es un buen ejercicio y a estas alturas se agradece. El álbum termina con “Melodiya”, canción que cierra (aunque sea sólo de manera simbólica) el álbum. Uncanny Valley nunca puso ningún tema sobre la mesa, no nos despeinó ni nos hizo sonreir, fueron contadas las canciones a las que les dimos varias vueltas.

La banda declaró que el título y el concepto detrás del álbum está inspirado en la ciencia ficción japonesa de los 70, sobretodo con los robots y la vida artificial. Uncanny Valley carece de ese atrevimiento que se dieron los asiáticos en los 70 para imaginar el futuro de esa manera. Cumple y listo, no profundiza ni nos lleva a experimentar ningún tipo de vida artificial. Es interesante la manera en que está mezclado el disco, realmente no hay ninguna pausa entre canción y canción, todas aparecen juntas en un mix. Midnight Juggernauts dejaron de hacer música propositiva para resguardarse en un lugar cómodo que le gusta a los adolescentes que encuentran en el EDM una escapatoria a su aburrido día a día.