“Estoy muy feliz, empecé la última parte de la gira y para mí es despedirme de esta parte de mi vida, me emociona mucho. Terminé un nuevo álbum además y esta noche estoy en Ámsterdam, está padre. ¿Te molesta si fumo?”

“No Sébastien, el humo de tu cigarro no cruzará el Atlántico hasta mi sala donde bebo café mientras platico contigo” no lo dije, sólo lo pensé. Le enseño mi taza de café humeante mientras él forja su tabaco, ambos coincidimos en que un buen café con un rico cigarro es de esos placeres de la vida que se deben disfrutar.

Siempre que pienso en Sébastien Tellier me imagino a alguien con un gusto muy particular por el sexo, ya sé que a todo el mundo le gusta, pero para Tellier va más allá.

“Es algo super importante en la vida de todo ser humano. Se necesita ternura, dulzura, dos de las sensaciones más importantes para vivir. Para mí es básico sentirme cómodo y seguro, creo que las personas se sienten muy inseguras con estos temas, yo por eso los toco en mis canciones y con mi música. Yo soy muy inseguro, lo hago para contrarrestar eso y sentirme bien con ello. De esa manera creo mi mundo perfecto”.

Mientras Sébastien decía esto, me vino a la mente una frase de Woody Allen que dice:

“¿El sexo es sucio? Sólo cuando se hace bien”.

“¡Claro! Cuando soy sucio soy lindo, es fácil hacer ambas cosas. También es fácil provocar y crear polémica, pero no es mi caso, yo quiero crear este universo perfecto que te decía. A veces está muy loco pero no siempre (risas). Es una definición de la vida, siempre está pasando entre los sueños… Cuando no sabemos la verdad y no estamos seguros de la existencia del Universo ni de Dios, ni de nada en realidad, no tenemos esas certidumbres. Trato de estar cómodo con todo lo que pasa, para encontrar el propósito de la vida. Yo no lo veo como algo sucio al sexo, para mí es maravilloso, es hermoso cuando estás cogiendo y te comportas como un animal, está padre, pero es un punto de vista. Hay que ser mucho más sensible para esas cosas, la base de la vida es el sexo pero hay que ser respetuosos frente a él, aún cuando seamos animales”.

“Trato de estar cómodo con todo lo que pasa, para encontrar el propósito de la vida”

Hablando de transformarse en animales, a pesar de que las canciones de Tellier van de lo romántico a lo sensual, en vivo es una bestia. Baila, toca la guitarra, el piano, seduce al público (sobre todo a las mujeres) y lo disfruta al máximo.

“Tomo las partes energéticas de cada canción y borro lo demás. Respeto mucho esa energía de la canción, cuando las grabo es diferente. Quiero sensaciones y emociones nuevas, pero en un show siempre quiero esa adrenalina para poder armar una fiesta; una ola que contagie a todos. Pienso en la canción y cómo podría funcionar en vivo, me pregunto qué tan energética puede ser y la llevo hacía ahí”.

Además de ser compatriota de Daft Punk, Tellier compartió cuarto de estudio con Guy-Manuel de Homem-Christo durante la grabación del álbum Sexuality de 2008. En este disco, el robot fungió como productor del animal sensual y barbón. Desde esta perspectiva, ¿qué opina Sébastien sobre Random Access Memories?

“Hay mucho en RAM, es un disco complicado. Hicieron muchas cosas diferente, creo que es un buen disco. No me encanta al cien por ciento, ni lo siento tan feliz como Discovery, el cual es para mí, el mejor disco de ellos. En RAM es una faceta alterna, no está lleno de mierda como dicen en la red, no es mi favorito pero es un buen disco”.

Cuando habla sobre su experiencia de componer música para películas como Narco, Tellier cambia un poco su tono divertido y se torna más serio.

“Fue un placer hacerlo, es una experiencia renovadora. Cuando estás frente al piano trabajando para tu disco, eres completamente libre, desde mi punto de vista, mucha libertad crea resultados que no siempre son buenos. Te pierdes, a veces es bueno tener una guía. En una película la tienes, además de un guión; es un gran reto demostrar ciertos sentimientos y emociones. Pero ya sabes qué hacer, para mí es liberador”.

Para despedirme, le pregunto qué sería de su vida de no hacer música. La lógica y claridad con que el músico francés contestó mi última pregunta me hizo pensar que ya sabía la respuesta desde antes.

“Si no hiciera música, lo más seguro es que estaría trabajando en una tienda de lencería. Imagínate ver todos los días hermosas mujeres y pensar cómo se verían con esas tangas, esos bras, hermoso ¿no?”.