Thomas Mars de Phoenix durante el primer fin de semana de Coachella 2013 / Foto: Tomada del Facebook de Coachella

Thomas Mars de Phoenix durante el primer fin de semana de Coachella 2013 / Foto: Tomada del Facebook de Coachella

Hace meses, cuando se anunció el cartel de Coachella, yo pertenecía al grupo que defendía con todo tipo de argumentos la participación de Phoenix como headliners. Me parecía que en su gira anterior habían demostrado tener todo lo necesario para encabezar un festival. Quizá sólo necesitaban la ayuda de uno o dos sencillos exitosos en su nuevo álbum para terminar de merecer el puesto.

Cuando salió a la luz su nuevo sencillo, “Entertainment”, estaba convencido de que era el momento de ver a Phoenix en la cima de cualquier cartel. Pronto ya no sólo era Coachella; era Primavera, Lollapalooza, Osheaga y más festivales incluyendo a Phoenix como headliner. Al mismo tiempo surgía un grupo de personas que afirmaban que no merecían ser headliners y varios festivales como T in the Park y Rock Am Ring que opinaban lo mismo. El mundo estaba dividido sobre el rol de los franceses como cabeza de festival y el fin de semana pasado llegó la prueba de fuego.

Phoenix aparecía al lado de Blur, Stone Roses y los Red Hot Chili Peppers como headliner de Coachella, un puesto que en años anteriores le había pertenecido a Arcade Fire, Muse, The Cure, Prince y Gorillaz por mencionar algunos. El festival californiano sería el momento de comprobar cuál de las dos grupos tenía la razón, los que los celebraban como headliners y los que no los veían tan interesantes.

Estuve ahí, llegué a la tercera canción y en ese momento supe que pertenecía al bando derrotado. Era “Lisztomania”, uno de los más grandes éxitos de la banda y se notaba que muchos de los presentes no tenían idea de lo que estaban escuchando. Más allá de que no la conocieran, parecía no moverle ninguna fibra al público y ahí es donde se ve el verdadero poder como headliner. Un acto principal no es el que conquista al que se encuentra en primera fila, sino el que logra capturar la atención de la última persona a decenas de metros del escenario. Un headliner real se gana a ese público sin mayor complicación. Pregúntenle a Depeche Mode, Arcade Fire o Coldplay. No es necesario conocer sus canciones, simplemente te atrapan y te hacen parte del espectáculo, lo quieras o no.

Phoenix se quedó corto, parecía que el alcance de Mars y compañía llegaba hasta la consola y más atrás se perdía. Vi a la banda desde tres lugares distintos y en todos era la misma respuesta, el público observaba con cierto aburrimiento y sólo cerca del escenario bailaban y coreaban la música de los franceses. Estoy seguro que en el webcast se veía un gigantesco público y que con los close ups adecuados la gente parecía estar vuelta loca, pero no fue así.

En mi opinión hubo dos factores que no ayudaron, el primero el rumor de Daft Punk haciendo una aparición especial durante el set de Phoenix y el segundo el setlist, que francamente dejó mucho que desear. De todas las canciones que tocaron la mayoría eran del Wolfgang Amadeus Phoenix y el Bankrupt!, un álbum que muchos no habían escuchado y que la verdad no tiene canciones tan adecuadas para un set de headliners. Lo más extraño fue la omisión de clásicos que siempre les habían funcionado muy bien en vivo. ¿Dónde quedaron “Consolation Prizes” o la imposible de no bailar “If I Ever Feel Better”? ¿Cómo omitieron “Funky Squardance”?, que en la parte del solo logra atrapar hasta al más distraído. Además abrieron y cerraron con “Entertainment”, definitivamente un mal movimiento de parte del grupo. Ni qué decir de su sorpresa con R. Kelly, la colaboración más extraña e incomoda de todo el festival.

He visto a Phoenix cinco veces y ésta fue la que pareció menos de headliner, creo que estaban mucho más listos para ese rol en su gira anterior. Tienen mucho camino por delante y la oportunidad de seguir trabajando en el setlist y arreglar esas fallas que evitan que parezcan headliners reales. Son una buena banda en vivo y tienen el catálogo, frontman y demás necesario para llenar los zapatos pero hoy Phoenix no está listo para encabezar un festival. Espero pronto me dejen callado y se levanten para ser los headliners que muchos esperamos.