Me imagino a Karen O, Nick Zinner y Brian Chase sentados un día después de la gira de It’s Blitz! con calma bebiendo café y preguntándose: “¿Cómo sonará el nuevo disco de los Yeah Yeah Yeahs?” Entre toda la lluvia de ideas, alguien debió haber gritado: “¡Metamos un coro gospel!”. Idea millonaria. Cuando escuchamos “Sacrilege” por primera vez las quijadas se nos fueron al piso. El combo del coro con las guitarras de Zinner es increíble. Con esta canción abre Mosquito, cuarto álbum de la banda.

Los YYYs ya no están enojados como en Fever to Tell, tampoco se calmaron del todo como en Show Your Bones, y ya dejaron de experimentar con sonidos electrónicos como en It’s Blitz!. Ahora, el trío recolecta todos los estados de ánimo que ha reflejado y los adapta a sus herramientas conocidas: voz, batería y guitarra. En Mosquito, está desde la canción menos YYYs de su historia (“Buried Alive”), hasta la balada más cursi que han hecho (“Wedding Song”). A lo largo de 12 canciones, que tienen subidas y bajadas de ánimo, los Yeah Yeah Yeahs dan un gran paso a la adultez y nos entregan el disco más sano y cuerdo de su carrera. Abre de manera ostentosa con arreglos enormes, después se relaja con una canción tranquila en la que el sonido del metro sirve como percusión (“Subway”). La interpretación de Karen O sube la intensidad con una canción divertida sobre un animal que nos hace pasar malas noches a muchos, los mosquitos (“Mosquito”). Para “Slave”, la banda retoma el sendero de las guitarras y las baterías con un ritmo un poco más acelerado. La batería lo es todo aquí.

“These Paths” usa secuencias electrónicas en un ambiente quieto y sin prisa, alrededor de la voz de Karen O escuchamos cómo pasa el mundo y ella sigue sentada cantando. “Area 52” es un viaje en el tiempo cuando el grupo lanzo el EP Machine, suenan salvajes y violentos, pero con la madurez de estos 12 años de carrera. Para “Buried Alive”, su invitado de lujo se llama Dr. Octagon, quien acompaña a la banda con unas rimas fantasmagóricas. Pareciera como si Karen O estuviera poseída por un ente y cantara con voz de hombre. Cuando empieza “Always”, los YYYs juegan con nuestra mente y por momentos pareciera que se trata de una versión de “Enola Gay” de OMD. “Despair” es prima lejana del Show Your Bones.

El álbum cierra de la misma manera que abrió, con una gran canción que pasará a la historia y que veremos dentro de algunos años en un “Grandes Éxitos” del trío. “Wedding Song” es una joya, una pieza de genialidad, honestidad pura en 5 minutos. La primera frase es “With every breath I breathe, I’m making history, With your name on my lips, the ages fall to bits.” La canción perfecta para bailar en su boda. Atrás quedaron los años de gritar: “¡Espera! Ellos no te aman como lo hago yo.” Ahora, Karen O ya no sufre de amor, se escucha segura, lo abraza y acepta como algo suyo, y nos regala esta maravilla. La edición especial tiene una versión acústica que es 50 veces más emotiva. Diez años han pasado desde su primer LP y los Yeah Yeah Yeahs son un claro ejemplo de lo que significa envejecer con gracia y buen gusto.