Por: @folkmetender

La segunda vez que platiqué con Roberto Lange (mejor conocido como Helado Negro) en menos de seis meses fue la semana pasada vía telefónica, de manera un poco turbulenta ya que Roberto se encontraba en la carretera rumbo a Washington; me dijo que desde el 17 de febrero ha estado de gira. La vez pasada que nos vimos fue en el Cine Tonalá, donde presentó una faceta poco conocida de su carrera: sus cortometrajes. Además de música, Roberto hace video, según comentó aquella tarde, estudió cine y es por ello que su acercamiento con la música es de manera muy visual e intuitiva. En esta ocasión, la plática fue alrededor de su nuevo álbum Inivisible Life, así como su serie de EPs Island Universe Story.

La manera en que Roberto junta en Helado Negro todas las disciplinas que desarrolla, como el video y el arte, además de la música es muy natural para él.

Todo es lo mismo, viene de mi. Uso lenguajes visuales para hacer música, esa es la manera más sencilla que encuentro para expresarme. No tengo un background musical, entonces para mi es mucho más sencillo decir qué color o qué textura suena.

Las canciones de Helado Negro no tienen progresiones convencionales, no se rigen por las reglas del verso-coro-verso de la música comercial. Son melodías y armonías que expresan sentimientos y que después se convierten en canciones para posteriormente formar parte de álbumes, que cuando escuchamos procesamos como un todo. Un punto importante en la emotividad de estas canciones es la voz nostálgica de Roberto.

No sé qué es convencional, no tengo una idea preconcebida de eso, siempre trato de cambiar y de hacer las cosas como yo las veo. Siempre he hecho música con aparatos electrónicos, computadoras, esa es la principal razón por la cual las canciones salen así. Tengo un acercamiento abstracto, no uso instrumentos, ni guitarras ni baterías. No soy un músico tradicional. No sé si así se deba presentar uno en vivo, pero así lo hago yo.

El año pasado, Helado Negro se juntó con Julianna Barwick para crear un proyecto musical llamado Ombre. Roberto me contó la historia detrás de este proyecto cuya música es etérea, relajante e hipnotizante.

Mi amigo Michael Hoffman me la presentó y después hice un tour en 2009 con Julianna como acto abridor, en ese entonces creo que nadie la conocía y ahí empezó todo. Nos hicimos amigos, luego la invité de nuevo al tour y en la gira estábamos comisionados por la disquera (ambos son parte del sello Asthmatic Kitty, de Sufjan Stevens) para hacer un disco. Dos años después grabamos en mi casa lo que terminó siendo Ombre. Antes de hacer ese álbum, yo tenia un EP que le dediqué a mi familia en 2011, eran covers de canciones latinoamericanas, se llama ‘Pasajero’; invité a Julianna a cantar en él. El proyecto (Ombre) surgió de una amistad musical.

También, el año pasado, Helado Negro lanzó un EP llamado Island Universe Story One, la primera entrega de una serie sin fin que busca encontrar el significado de la música de Helado Negro y en la vida misma.

Creo que más que nada fue una manera de sacar ideas. Todos estamos solos, es un poco dark y deprimente. No importa qué tan cercano seas a alguien, aunque sea tu soulmate, nadie sabrá cómo piensas. Esta serie habla sobre la comunicación y la expresión, encontrar la manera de decirlo sin palabras. Para mí es la música, mucho de eso es compartir las ideas a través de la música. Puede sonar corny o cheesy, pero para mi es importante porque me conecta con las personas, y eso lo que quiero hacer con mi música.

Este 2013, Helado Negro lanzó Invisible Life en México bajo el sello Arts & Crafts México, en la descripción del álbum podemos leer la siguiente frase. “It’s walking alone when you’re walking with someone else.”

Es una forma de expresar el sentimiento de las canciones del álbum. Soy diferente, cambio todo el tiempo, no pienso en lo que hago hasta después. Con el tiempo me doy cuenta de eso. Entre menos piense en ello, más saldrá a la luz.

Hace unos meses platiqué con Devendra Banhart (quien es amigo cercano de Roberto) sobre su nuevo álbum Mala, y dijo que él prefería cantar en español porque se sentía más cómodo. El caso de Roberto es diferente, aunque sus padres son de Ecuador, él nació en Estados Unidos.

Para mi es diferente, yo soy como 50/50. Crecí en EE.UU. en un ambiente latino; ambas son partes de mi vida. En el nuevo (‘Invisible Life’) canto en inglés, porque encontré palabras que me funcionan y pues simplemente lo hice. Es muy natural para mi cantar en español, no porque me sienta más cómodo sino porque así crecí.