Aquel martes 8 de enero de 2013 cuando David Bowie sacudió el Internet con la aparición de “Where Are We Now?”, el primer sencillo de su nuevo álbum después de 10 años, seguidores asiduos e interesados en el legendario músico escucharon una canción que desde ese momento, logró mostrar a un Bowie con los pies en la tierra y al mismo tiempo, desprendido de las tendencias musicales actuales. Digno a sus 66 años, el también llamado “duque blanco” marcó su regreso con una canción que levantó las antenas y puso a todos al pendiente de su vigésimo cuarto material de estudio.

Titulado The Next Day y bajo la producción de su inseparable mano derecha Tony Visconi, esta nueva producción refleja el trabajo y el cuidado de los detalles desde que comenzó a cocinarse dos o tres años atrás. Se trata de un regreso triunfal que no se hizo a la ligera, sino con la mezcla exacta entre los recuerdos de un Bowie en los años 70’s y otro en la época actual. Este punto de encuentro es representado justamente con la portada, la cual retoma la fotografía de su disco Heroes lanzado en 1977.

La batería es lo primero que suena en “The Next Day”, canción que le da el nombre al disco y que además corta el listón inaugural. Es la forma en que David Bowie nos presenta un sonido lúcido y vivo que llama la atención en todo el álbum. Guitarras fuertes y en su mayoría apegadas al lado visceral del músico, son las que dominan canciones como “The Stars (Are Out Tonight)” y “If You Can See Me”. Además, muchas de sus letras, como lo dijo el propio Visconi, están inspiradas en algunos libros de la historia medieval en los que Bowie se adentró durante los últimos años y que reflejó en frases como “training these guns on those men in the sand”, llevadas al presente y haciendo alusión a la guerra en Irak.

No hay duda de que en este nuevo disco, Bowie depositó todo lo vivido durante la última década. Bajo la esencia de una canción como “(You Will) Set The World On Fire” que habla sobre ambición, egocentrismo y pasar por encima de los demás, el músico insiste en utilizar guitarras energéticas que al principio, incluso pueden hacernos pensar en lo que escuchamos actualmente a través de las manos de Jack White, pero con la intención de sacudirnos a su manera.

El espíritu melancólico y depresivo de Bowie crece al final de The Next Day, donde “You Feel So Lonely You Could Die” y “Heat”,  las dos canciones que cierran el disco, crean escenarios acústicos dignos para cerrar el telón. Son, en conjunto, un recuerdo de aquel David Bowie que apareció en 1967 y que ahora, regresa a platicarnos y gritarnos en la cara lo que hemos hecho. Justo así es el discurso de este nuevo álbum que con una dualidad del presente y el futuro, nos muestra a un músico de 66 años con la fuerza necesaria para mantenerse nostálgico, vigente y majestuoso.