Si les gustó Gorilla Manor, el álbum debut de Local Natives, éste les va a gustar más. Podría decir, sin tener razón, que la partida del bajista Andy Hamn en 2011 fue lo que los inspiró para hacer un mejor disco, o quizá haber salido de gira y compartido varios escenarios con Arcade Fire; lo cierto es que Hummingbird sin duda es una producción más ambiciosa y mejor lograda que su antecesora, pues incluye canciones que muestran la forma en que el productor Aaron Dessner (The National) sacó a la banda de su zona de confort y los llevó a un nivel más alto.

Aunque no se trata de la obra maestra de la banda californiana, Taylor Rice y compañía logran experimentar de forma sutil y con un toque bastante accesible que hace de este nuevo disco un gran avance. Por un lado, aparecen canciones como “Ceilings” y “Breakers”, las cuales suenan a unos Local Natives que lo hacen bien, pero sin sonar a una banda con un sonido propio (en algunas partes recuerdan mucho a Arcade Fire); por otro lado, “Three Months” y “Black Balloons” muestran la capacidad del cuarteto para crear estructuras y composiciones interesantes que consiguen crear picos emocionales en el escucha.

A lo largo de sus 11 tracks, e incluso desde el inicio, Hummingbird sobresale dentro de lo que venía haciendo la banda y opaca un poco su debut. En el momento en que una canción como “Mt. Washington” aparece, es cuando se hace perceptible que el disco funciona como un todo, independientemente de aquellas canciones que no cuentan con la fuerza suficiente, pues sus melodías y letras se sienten como la línea musical que Local Natives, o Aaron Dessner, estaban buscando. “Colombia” y “Wooly Mammoth”, la primera escrita y dedicada para la madre de Kelcey Ayer que falleció, son en definitiva los mejores momentos del disco, melodías que logran darle sentido a las letras y voces estimulantes que algunas veces están llenas de tristeza.

Hummingbird es un disco honesto, a veces a través de sonidos propios y algunas otras veces con influencias marcadas, pero siempre directo y que más allá de las historias que cuenta, logra mostrar a sus autores como una banda que después de cuatro años de su aparición, se siente bien haciendo lo que hace y con la clara intención de reinventarse con el paso del tiempo, los discos y las giras.