Componer y producir música es una disciplina que, hoy en día, está al alcance de cualquier persona. Pero trascender va más allá de tener la habilidad de operar software especializado o sintetizadores complejos. Se debe contar con un oído más sensible, tal vez uno como el que posee Jason Chung, joven productor angelino mejor conocido como Nosaj Thing. En 2009, Jason surgió casi de la nada con un álbum titulado Drift que sorprendió a millones de aficionados a la música electrónica de vanguardia. Su álbum debut proponía una interesante mezcla de distintos subgéneros antes explorados por gente como Flying Lotus, Shlomo, entre otros y los enfrascó con una fórmula que agregó misticismo y oscuridad. Con Drift, Nosaj Thing jugó libremente con distintas velocidades de ritmo, tonalidades, estados anímicos y paisajes sonoros. Después de casi cuatro años desde su debut, llegó su sucesor titulado Home.

El segundo disco de Nosaj Thing delata un nivel sólido de maduración en el joven productor el cual se muestra menos arriesgado. Parece que con Home Jason se dedicó a diseñar una sola textura que unificara todo el álbum a lo largo de 11 canciones. El disco está lleno de momentos mágicos pero bastate cortos. Al escucharlos emulan la sensación de los sueños; no entendemos cómo empiezan ni cómo terminan. Hay una desfiladero presente en cada canción que impide dar conclusión y paz. Probablemente, lo anterior se puede entender mejor escuchando Home con audífonos y dejando la mente en blanco.

El disco dista mucho de tener una variedad de ritmos y combinación de géneros. El ambient fue la elección de Jason Chung para su segunda producción, con excepción de cortes como “Eclipse / Blue” o “Safe”. Claramente, la misión de Home es crear escaparates sonoros para que sean atesorados en un estado de conciencia más profundo. Es inteligente y deja a un lado las melodías pegajosas. En su lugar, elementos más minimalistas adornan las canciones; construyen un álbum monocromático.

Casarse con una sola textura y restarle importancia a los ritmos disruptivos no son los únicos elementos novedosos en Home, también llegó la voz. Kazu Makino de Blonde Redhead y Toro Y Moi son los invitados de este álbum quienes, en sus respectivas canciones (“Eclipse / Blue” y “Try”), aportan el ingrediente digerible a la música del disco. Por supuesto, con estas colaboraciones de calibre moderado, Jason demuestra con modestia el interés que despertó entre la comunidad musical desde su debut en 2009, relaciones que aprovechó bien para obtener un toque de prestigio.

En breves palabras, Home es un álbum menos radical y trascendental que Drift, aunque su tonalidad grisásea lo hace más exquisito. Nosaj Thing es hoy un productor sereno y los cuatro años que dejó entre ambas producciones comprueban que las cosas sucederán cuando merezcan hacerlo. Y aunque este álbum es más complicado de comprender o descubrir su hilo conductor, contiene breves destellos que acreditan por completo a Jason como un artista creador de inigualables paisajes gracias a su música.