Texto: Christian Rojas (@christianxrojas)
De lo abstracto a lo preciso y de lo monocromático a lo colorido. Así ha evolucionado Sascha Ring a lo lago de más de una década produciendo sonidos tan introspectivos como cautivadores. Hoy, y después de 4 años, el talentoso músico alemán nos presenta The Devil’s Walk tras una etapa menos egocéntrica en la que compartió créditos con el dúo Modeselektor para dar vida a Moderat, proyecto con el cual obtuvo más exito de lo esperado y a nivel mundial. Hoy, es turno para Apparat de aplicar todo lo aprendido a lo largo de dicha etapa (lo bueno y lo malo) y demostrar una evolución que lo distinga como un artista que jamás se estacionará pero siempre realizará movimientos lentos e inteligentes.
The Devil’s Walk pasa de los hipnóticos e innovadores beats del disco Duplex a las texturas suaves y nostálgicas muy a la post rock de Sigur Rós, síntomas claramente presentes en las canciónes “Sweet Unrest”, “Black Water”, “Goodbye” y hasta “The Soft Voices Die”. El disco completo es una travesía a lo largo del sensible mundo de Sascha quien encuentra atinadamente los instrumentos y herramientas con los que construyó su cuarta producción en solitario (antes de Duplex y Walls, Multifunktionsebene es considerado como su primer álbum de estudio). Y, demostrando una evidente madurez, el disco está mejor hilado que su antecesor de 2007 que, aún con éxitos como “Arcadia”, no atrapó por completo a especialistas del género durante aquel tiempo.
Hoy, Apparat son texturas elegantes, sonidos delicados y melodías nostálgicas todos estampados en un frágil papel de tono sepia. Y si a lo anterior agregamos un sonido producido con excelencia, The Devil’s Walk se convierte en una obra exquisita de casi 50 minutos de duración, mismos que serán mejor disfrutados en solitario, con un sistema de audio decente y un par de oídos capaces de explorar esos pequeños sonidos escondidos que, en ocasiones, son los pilares en este género musical.
En resumen, Duplex (Shitkatapult, 2003) se mantiene como la obra maestra de Sacha Ring, Walls (Shitkatapult, 2007) adquiere la posición del disco transitorio y The Devil’s Walk (Mute, 2011) ubica a Apparat en una plataforma estable sobre la cual podría convertirse en referente, quizá con una producción más usando los mismos ingredientes pero mejor explotados y llevados al límite. Tal vez este álbum no aparecerá en las listas con lo mejor de este 2011 pero, sin duda alguna, contiene temas infinitamente profundos que muchos esperamos con ansias escuchar en México en febrero de 2012, cuando el músico alemán llegue a presentarnos su último LP.
