Foto y texto: Daniel Patlán (@folkmetender)

El primer concierto del año en el José Cuervo Salón se llevó a cabo con los muchachos más blancos y hippies del mundo: Erlend Oye, Marcin Oz, Sebastian Maschat y Daniel Nentwig, quienes, durante poco más de una hora y media, hicieron que todos los asistentes olvidaran el tránsito de la caótica Ciudad de México, los problemas de la oficina o escuela y todos los demás aspectos de sus vidas que no estuvieran conectados con el hecho de ser feliz y disfrutar cada momento como si fuera el último.

La música de The Whitest Boy Alive es música que alegra cualquier momento, te saca una sonrisa en el rostro aún cuando no bailes ni cantes con ellos. Música alegre, sin pretenciones artsy y hecha con el único propósito de pasarla bien mientras el grupo interpreta (con una técnica impecable) sus respectivos instrumentos. Eso fue lo que ofreció The Whitest Boy Alive la noche de ayer en el José Cuervo Salón, venue el cual estuvo al máximo de su capacidad debido a que el show fue sold out.

El setlist incluyó todos los hits de los alemanes (aún que Erlend es noruego, su base de operaciones está en Berlin) desde “Golden Cage” tema con que inició el show, hasta “Burning” tema que cerró la presentación. Conforme avanzó el concierto escuchamos “Timebomb”, “1517”, “Courage”, “Keep a Secret”, “Intentions”, “Rollercoaster Ride”, “High on The Heels”, “Dead End” y “Island”, temas del álbum Rules (Bubbles, 2009), así como “”Above You”, “Inflation”, “Done With You”, “Don’t Give Up” y los arriba mencionados “Golden Cage” y “Burning” del álbum Dreams (Service/Noiselab, 2006).

The Whitest Boy Alive presentó dos tracks nuevos con un sonido tropical que rayan en homenajes a canciones de Two Man Sound y al conocidísimo tema “Brazil” (sí, aquel que ponen en todas las bodas a las que han ido). Estos últimos dos temas nuevos muestran un ligero cambio en el estilo de The Whitest Boy Alive, así que esperemos escuchar más temas pronto. La noche fue redonda, alegre y tranquila. La gente salió contenta por el show que vio y Erlend terminó con sus lentes bien puestos y hasta con jersey de la Selección Nacional de Honduras (¿?).