Texto: Germán Sánchez (@mr_mutante)

The Black Keys, conformado por Dan Aurebach y Patrick Carney, es una banda directa heredera del sonido garage rock de los años setenta de The Sonics (de quienes hicieron el cover de “Have Love Will Travel” en su disco Thickfreakness) y de The Wailers. También se declaran abiertamente descendientes de los maestros del blues John Lee Hooker, Muddy Waters y Chuck Berry. Este combo de influencias los convierte en una de las mejores agrupaciones exponentes del genero garage rock blues lo-fi que nos hace recordar el origen y las profundas raíces del rock & roll manteniéndolo vigente, tarea nada fácil pero que, a lo largo de seis discos, han logrado emanar.

Brothers es elocuente y directo. A lo largo de los quince temas, el hedor de las guitarras vintage, riffs distorsionados y efectos análogos es omnipresente. El falsete provocativo en “Everlasting Light”, canción con la que abre el disco, y “The Only One” nos pueden sugerir la influencia de un chico nacido del funk y del soul llamado Michael Jackson. “Howlin’ For You” y “She’s Long Gone” son temas enérgicos con una base de batería compacta y maciza.

Aunque el blues tiene una etimología de improvisación proveniente de conversaciones rítmicas y el garage podría a bien ser un género desparpajado y estruendoso, The Black Keys crean melodías y atmosferas tan detalladas y al mismo tiempo potentes que redimensionan el género manteniendo la esencia pero al mismo tiempo puliendo exitosamente su sonido.

Mejor canción: “She’s Long Gone

Con un bombo bien “jefe” y una guitarra con el fuzz suficiente para trepidar por cualquier superficie, “She’s Long Gone” es la perfecta muestra del excelente trabajo del dúo de Ohio.