Foto y texto: Daniel Patlán (@folkmetender)

Uno de los shows más esperados de este fin de año fue el de Blonde Redhead en el Teatro de la Ciudad, quienes se hicieron acompañar únicamente en esta fecha por Annie Clark, mejor conocida como St. Vincent. La vida tiene maneras muy extrañas de hacer las cosas, pero muchas veces los resulados son favorables. En este caso, la oportunidad de ver a St. Vincent y a Blonde Redhead juntos fue una de estas maneras extrañas ya que fue una coincidencia lo que llevó a St. Vincent a compartir escenario con Blonde Redhead en nuestra ciudad.

En vivo, Annie clark y su banda son mucho más feroces y enojados que en sus álbumes. Incluso, Annie usa una distorsión digna de Thurston Moore o Lee Ranaldo. La actitud con la que Annie Clark interpreta su guitarra la vuelve única ya que combina a la perfección su aspecto lindo y naive con un salvajismo escondido que sale cuando está arriba del escenario. La mayoría de los temas de su setlist fueron de su álbum Actor (4AD, 2009). Sin embargo, dejó espacio para interpretar “Now Now” de su primera placa así como un mini-encore en el que interpretó ella sola sin músicos el cover “Dig Your Pony”, un tema lleno bluesero que nos dejó atónitos a los espectadores. El mismísimo Jack White se hubiera puesto de pie ante la interpretación de este cover.

Por su parte, los neoyorkinos de Blonde Redhead envolvieron al público en sus capas de sonido y sus atmósferas provenientes de su más reciente producción Penny Sparkle (4AD, 2010). La mayoría de las canciones interpretadas fueron de esta placa, también se escuchó “Dr. Strangeluv” de su álbum 23 (4AD, 2007) entre otras. Es impresionante la manera en la cual Kazu hipnotiza a los especatdores con su baile místico y sus melodiosas vocales. Por su parte, los gemelos Pace tienen dominado el arte de crear piezas que tocan fibras sensibles, tan introspectivas como una visita al psicoanalista. El trío de Nueva York dio un perfecto espectáculo, sin fallas en el setlist y sin momentos desechables. Una belleza de concierto fue lo que nos regaló Blonde Redhead la noche del viernes. El escenario estaba tapizado de reflectores tipo paragüas con sus respectivas luces. Además, había unas “fogatas” con forma de foco que daban una imagen íntima al momento que Blonde Redhead hacía suyo (una vez más) el escenario del Teatro de la Ciudad.