Texto: Daniel Patlán (@folkmetender)

Zola Jesus es el nombre de batalla de Nika Roza Danilova nacida en Phoenix, Arizona hace 21 años. Colaboró con Freddy Rupert en el grupo Former Ghosts y en vivo se hace acompañar por Nick Turco, Shane Verwey, Alex DeGroot y Nick Johnson. Si han leído o escuchado hablar de Zola Jesus en (casi) cualquier publicación estadounidense (llamese revista, blog o podcast) sabrán que figura dentro de las bands to watch de este año. Gente como Pitchfork, NME y Stereogum la tienen en alta estima y la catalogan dentro de las promesas que ha dejado este casi extinto año. Stridulum II (Sacred Bones Records, 2010) es el álbum que presenta este año Zola JesusStridulum II es la versión europea de su EP Stridulum (Sacred Bones Records, 2010) al cual se le agregaron tres temas: “Tower”, “Sea Talk” y “Lightstick”- y tal como lo muestra en el video del primer track del álbum, “Night”, nos adentra en un mundo obscuro de desgarradoras melodías pop que van más allá de lo convencional y del mainstream al que nos tienen acostumbrados.

El sonido de Zola Jesus es una mezcla de lo más denso de Portishead, pasando por lo más introspectivo de Fever Ray (con quien se fue de gira por Europa este año) acompañado de la dulzura de Bat For Lashes y lo naive de Björk, todo esto rindiéndole tributo a Diamanda Galás. Eso es Zola Jesus y para demostrarlo nos presenta un larga duración de nueve sombrías canciones en las cuales Nika experimenta con su voz y elementos sencillos como teclados, pianos, percusiones, órganos y atmósferas.

“Night” es el track abridor, una pieza que entra en el rango de lo radiable por su amigable voz. Sigue “Trust Me” con unas frases que erizan la piel: “When you’re lost never look down, when you’re lost know I’ll be around”, “I told you to trust me, cause in the meantime I’ll be here”. Un juramento de lealtad está frente a nuestros oídos. “I Can’t Stand” coquetea con el lado obscuro del pop aunque en la superficie escuchamos a una no tan dramática Nika cantando sobre capas y capas de delay. Como un gran wall of sound a la Phil Spector pero creada por la voz de esta veinteañera intervenida por reverbs y delays.

“Stridulum” es más de lo mismo: ambientes minimalistas y pantanosamente obscuros enmarcan una potente voz proveniente de Phoenix, Arizona. A pesar de que la canción es igual a lo que hemos escuchado durante este larga duración, Zola Jesus logra engancharnos en su danza inmoral. Los registros que alcanza Nika rozan en lo operístico y en lo clásico (desde pequeña fue entrenada para cantar Ópera). “Run Me Out” regresa a las atmósferas obscuras salidas del drone. Unos coros se escuchan a lo lejos y acompañan a una voz grave y melancólica. Cual canción progresiva, lo que empezó como un tema obscuro, termina en los rayos de luz que muestra el cielo después de una noche de tormenta. “Manifest Destiny” juega con nuestras emociones al mantenernos al filo de la butaca esperando la gran explosión de las percusiones. Esta se da casi llegando al final y es de manera muy sutil pero precisa.

“Tower” inaugura el trío de canciones con que Zola Jesus despide al escucha (las tres canciones que fueron agregadas a la versión europea). Una canción mucho más electrónica que las anteriores, pero no por esto quiere decir que el tempo haya subiado, sigue igual: lento y suave. Aderezada por sintetizadores, la voz sigue siendo el plato fuerte de Stridulum II. “Sea Talk” es la penúltima canción y tal parece que la obscuridad que percibimos durante todos los tracks anteriores da paso a una atmósfera llena de una sensual esperanza. “Lightstick” nos ataca con un piano furioso y directo acompañado de la grandiosa voz de Nika Roza Danilova. La despedida es inminente, la dulce voz nos dice adiós, hasta la próxima. No sin antes dejarnos un recordatorio: Zola Jesus nos acompañará por el resto de lo que queda del 2010 dentro de la biblioteca musical y las listas de best of … de fin de año como uno de los mejores descubrimientos de estos 12 meses que se fueron.

Su único punto debil: se necesita estar de cierto humor para poder disfrutar este álbum, de lo contrario podría parecernos demasiado monótono y aburrido. La cosa aquí es adentrarse en las atmósferas y en los sonidos que ofrece. Por otra parte, en vivo Zola Jesus es un acto deslumbrante y apantallante según hemos podido ver en videos a lo largo de la red.

Cabe resaltar lo escalofriante que resulta la portada del álbum, la cual es una reversión de la que trae la edición americana del EP Stridulum (Sacred Bones Records, 2010). En la portada vemos una foto de Danilova cubierta en jarabe de chocolate intervernida para que parezca imagen en 3D. La idea fue de la misma Danilova, la foto de Indra Dunis y el diseño de David Correll. Acá pueden leer una entrevista acerca de la portada.

Mejor canción: “Trust Me”

Las frases que arroja esta melancólica melodía llena de amor, lealtad y esperanza son tan coloquiales y conocidas que se vuelven únicas. Pudo haber sido escrita para un amigo, para un amante, para un familiar, para quien sea. Mi abuelo solía decir que la confianza no se gana, se pierde. Y con este himno Zola Jesus lo deja muy claro en solamente dos minutos.