Lo que inició como una idea curiosa para filmar un video terminó convirtiéndose en toda una realidad el pasado sábado 23 de enero, cuando The Flaming Lips ofreció su tan esperado “concierto burbuja” en los Estados Unidos; misma jornada en la que se reportaron 130,702 nuevas infecciones y 1,711 lamentables decesos por Coronavirus.

Según informa TMZ, el conjunto liderado por Wayne Coyne ofreció dos recitales en la sala The Criterion en Oklahoma City echando mano de 100 burbujas inflables por concierto, cada una de las cuales podía albergar hasta tres personas. La banda, por supuesto, también actuó desde sus respectivos artefactos.

Dentro de cada burbuja había un altavoz suplementario de alta frecuencia que ayudaba a evitar que el sonido se amortiguara, así como una botella de agua, un ventilador que funcionaba con pilas, una toalla y un letrero de “Tengo que hacer pipí / Hace calor aquí”.

Si hacía demasiado calor, la pieza inflable se rellenaba con aire frío usando un soplador de hojas, y los fanáticos que necesitaban el baño eran escoltados por el personal del lugar una vez habiéndose puesto cubrebocas para salir de su capullo.

El concepto inflable provino del líder Wayne Coyne, quien a menudo rodaba sobre la multitud en una bola Zorb durante los shows pre-pandemia de la banda. Hablando antes del muy anticipado evento, Coyne le dijo a TMZ que sería “más seguro que ir al supermercado”.

Ambas sesiones se pospusieron de sus fechas originales en diciembre debido a un aumento en los casos de COVID-19 en Oklahoma antes de Navidad. The Flaming Lips realizó una prueba para los conciertos en octubre pasado después de debutar la idea con una presentación live en el programa de Stephen Colbert en junio pasado.