La sequía de conciertos y festivales podría llegar pronto a su fin, luego de los resultados arrojados por una reciente investigación del festival Primavera Sound, que no han encontrado tasa de infección en eventos sin distanciamiento social.

El mes pasado el festival barcelonés, junto a la Fundación Lucha contra el Sida y las Enfermedades Infecciosas y el Hospital Universitari Germans Trias i Pujol, llevó a cabo exitosamente el evento prueba denominado Prima-CoV. Mil personas asistieron a un concierto en la Sala Apolo, que tiene capacidad para 1,600 asistentes.

De los mil participantes, 463 terminaron asistiendo al concierto, mientras que otros 496 fueron colocados en un “grupo de control”, sin acceso al lugar.

Todos los participantes tomaron una prueba de antígeno COVID-19 el mismo día, y luego de regresar ocho días después para una prueba de seguimiento, no hubo resultados positivos entre las 463 personas que asistieron al concierto, mientras que sí se registraron dos casos positivos en las 496 del “grupo de control”.

Asistir a un concierto de música en vivo con una serie de medidas de seguridad que incluían una prueba de antígeno negativa para el SARS-CoV-2 realizada el mismo día, no se asoció con un aumento en las infecciones por COVID-19″; revelaron los autores del estudio en un comunicado. Agregaron:

Con suerte, estos datos allanarán el camino para salvar los conciertos en vivo durante la pandemia de COVID

BARCELONA, SPAIN – JUNE 01: General view of Primavera Sound Festival at Parc del Forum on June 01, 2019 in Barcelona, Spain. (Photo by Jordi Vidal/Redferns)

Los autores del ensayo, Boris Revollo y Josep M Llibre, dijeron que creían que las pruebas rápidas empleadas en su evento podrían implementarse fácilmente en otros de música en directo también.

El estudio de Primavera Sound no es el único análisis exitoso con respecto al regreso de la música en vivo.

Pruebas recientes realizadas en Alemania sobre la transmisión del Coronavirus en conciertos en interiores encontraron que el medio ambiente presenta un riesgo “bajo a muy bajo” para los asistentes de contraer la enfermedad, mientras que un segundo estudio descubrió que el riesgo de infectar a alguien en un lugar “a través de aerosol casi se puede descartar ”, siempre que el lugar tenga suficiente suministro de aire fresco y que todos los asistentes usen mascarillas.