Investigadores de las universidades de Coventry, Warwick, Limerick, Cambridge y Oxford se dieron a la tarea de analizar uno de los misterios modernos en materia de televisión y audiencias más importante de nuestros tiempos: ¿Cómo y por qué Game of Thrones se convirtió en una serie tan extremadamente exitosa y popular en todo el mundo?

La pregunta podría sonar obvia, pero si lo analizamos, estamos hablando de ocho años de una serie que se transmitió al aire y que, sin tener una sola pausa, logró mantenerse en el puesto número uno de todos los tops internacionales de popularidad.

Es por eso que estos investigadores (quienes publicaron esto vía EurekAlert!) decidieron comenzar por el origen: los libros. Una vez que terminaron de leerlos, decidieron utilizar metodología aplicada en estudios de la interacción social humana, para determinar lo siguiente:

Número 1: en la serie existe un total de 2 mil personajes “nombrados” (o sea, que tienen nombre y son relevantes a la historia). Según el estudio, 2,000 es la cantidad aproximada de personas que efectivamente, tienen nombre y toman relevancia en nuestras vidas (amigos, familiares, relaciones románticas, amistades fugaces, profesores, compañeros de trabajos, jefes, empleados, etc).

Número 2: en promedio, estos 2 mil personajes mantenían un total de 41 mil interacciones entre ellos por capítulo, lo cuál si es llevado al plano de la vida real, es básicamente lo que el cerebro humano y el humano mismo como una entidad perteneciente a una sociedad, puede manejar en cantidades determinadas de tiempo.

Número 3: De esos 2 mil personajes y 41 mil interacciones, conforme los libros se fueron acabando y la serie fue llegando a su final, el número de personajes “principales” (no sólo “relevantes”, sino principales) se redujo a 150, que es básicamente el promedio de personas verdaderamente importantes que tenemos (como seres humanos funcionales dentro de la sociedad) en nuestras vidas.

¿Ahora lo ven? Básicamente, todo se trata de ciencia, matemáticas e interacciones humanas: Game of Thrones, más allá de contar con una trama magnífica si es que disfrutas de adaptaciones de la edad media, fantasía y dragones, lo que tiene en realidad es una facilidad mental de hacernos sentir cómodos y conectados con el acontecer cerebral que manejamos, y el que la serie misma nos provoca.

Por eso no era ninguna sorpresa el hacer los clásicos domingos de juntarse a ver GOT, organizar comidas y hasta noches de vino y mesas de debate. De alguna manera, la manera en que la serie, su trama y los libros acomodaron todo, nos impulsaba a ser más positivamente sociales.