El tema del racismo en territorio nacional vuelve a ser objeto de debate en redes sociales, luego de que el cineasta capitalino Michel Franco (Después de Lucía) declarara durante la presentación de su más reciente filme en la Cineteca Nacional que el término “whitexican” es profundamente racista, y que en diversas ocasiones se ha sentido ofendido por él.

Franco se encuentra en medio de la promoción de Nuevo Orden, largometraje dramático protagonizado por Diego Boneta; y que al igual que otros de sus trabajos anteriores (Las Hijas de Abril, Daniel y Ana), cuenta con un reparto mayoritariamente blanco y con tramas que en lo general no reflejan los mecanismos ni la cotidianidad de la mayor parte de la población.

Sobre su más reciente trabajo, que ha sido señalado por contener tintes clasistas, el cineasta comentó:

Justamente todo este esfuerzo e inversión de tanta gente que tiene que ver con combatir ese racismo, ese clasismo. Sé que en redes sociales dicen que ‘todas las películas de Michel son de gente blanca, de clase alta’. Por ahí dicen ‘whitexican’. Alguien que acusa de racismo y está creando esos términos, está siendo profundamente racista”.

Para infortunio del creador de 41 años de edad, estudios como ‘Por mi raza hablará la desigualdad’ (realizado por el Colegio de México y Oxfam México, 2019), han comprobado que el “racismo a la inversa” del que habla no existe; y que muy por el contrario, lo que sí prevalece en la sociedad es un racismo interiorizado, anclado a lo más profundo de nuestros mecanismos sociales, y que vulnera a personas con ciertos rasgos físicos racializados, y que tienen que ver con su tono de piel, etnia y estatus socio-económico.

Del otro lado de la moneda del cine nacional tenemos a Tenoch Huerta (Narcos: México), uno de los histriones mexicanos más prominentes de los últimos tiempos y voz implacable en contra del racismo no solo en la industria del cine, si no en todas las esferas sociales.

El racismo a la inversa no existe. Hay que ser honestos: darle un zape a un güerito no es racismo, es bullying, y no lo minimizo, no quiero decir que no lastime, pero cuando vaya a pedir chamba, a él sí se la van a dar; cuando vaya al súper, no le van a pedir el ticket de compra; cuando pida un aumento, sí se lo van a dar; cuando vaya a un antro, sí lo van a dejar pasar”, dijo el ganador de los premios Ariel para Milenio a mediados de año.

Y es que el posicionamiento personal de Huerta en torno al racismo enraizado también es avalado por los estudiosos.

De acuerdo al antropólogo e historiador mexicano Federico Navarrete, suele hablarse de “racismo inverso” para referirse a aquellas prácticas en las que “los morenos desprecian, o se burlan, o llegan incluso a agredir a los más blancos”, pero subraya:

El ‘racismo inverso’ no tiene de ninguna manera la fuerza del racismo dominante, pues no es fomentado sin cesar por los medios de comunicación, ni se vincula a las estructuras de poder social y a las formas del privilegio económico.

Federico Navarrete.