Puede que al principio se considerara a Billie Eilish como a una artista pop más, que vivía en el momento y disfrutaba de su fama internacional.

Pero si algo ha logrado Baird O’Connell, ha sido demostrar que los músicos, sobre todo los más jóvenes, son vistos como menos que un pedazo de carne y utilizados al máximo, tanto por las disqueras como por los fans.

Y ella ha sido tan abierta acerca de esto, que al acercarnos a las líricas de sus canciones, descubrimos que más que un producto pop, Billie es una de las artistas más sensibles que existen actualmente, y que además está aprovechando su fama para dar luz a temas importantísimos que si bien, nuestra generación millennial ya no entiende, la Gen Z sí y necesita hablar de ello.

Por eso es que su sesión para NPR Music, en el formato de Tiny Desk (Home) Concert, fue tan especial. Porque más que mirarla como una “cantante entreteniendo a una audiencia”, esta sesión, su sencillez técnica, su complejidad emocional y su profundidad a nivel de interpretación, han realmente hecho de estas sesiones “caseras”, un nuevo nivel de experiencia para nosotros los usuarios.