Recientemente, Fred Durst sostuvo una interesante conversación con el portal Metal Hammer, y entre cosas, reflexionó sobre su abrupta llegada al estrellato durante los primeros años de formación de Limp Bizkit; así como el mecanismo que utilizó para lidiar con los comentarios mal intencionados que ha recibido a lo largo de su trayectoria.

Después de revelar que que ninguno de los miembros de Limp Bizkit eran amigos, el cantante de 50 años de edad pasó una buena parte del tiempo hablando de todo el odio que él y su banda han atraído a lo largo de los años, diciendo :

Me han tratado como un pedazo de mierda desde que nací. ¿Por qué debería empezar a preocuparme ahora? Todos los que odian son superficiales. Siempre he tratado bien a la gente, nunca he empezado nada”.

Continuó: “La gente siempre quiere hablar de Britney o Christina. ¿Cuál es el problema? ¿Porqué hacen un tipo de música que no nos puede gustar? ¿O crees que son el némesis de lo que se trata nuestra música? ¿Por qué segregar?

Finalizó diciendo que rechazaba esa ideología musicalmente racista y que nunca le importado un carajo lo que los detractores opinen de él y su proyecto musical.

Hablando sobre cómo le afectaron la fama y el dinero en los primeros años de la banda, comentó:

“Nunca tuve dinero en mi vida y ahora puedo invitar a todos. Puedo comprarles cerveza, puedo pagar la cuenta. Eso era lo mío: tratarlo como si todo fuera temporal”.

“Me pagan por hacer esto, así que divirtámonos. Y como nuestro tipo de rock era un poco atrevido y agresivo, terminé rodeándome de gente como Steven Tyler o Hugh Hefner. Me arrojaron a ese mundo y esas eran las personas con las que estaba.