Sí, la industria de la música siempre ha estado conformada por guerreros; desde el staff que se juega la vida construyendo gigantes escenarios, hasta los jóvenes promotores quienes, por medio de arriesgadas estrategias, logran hacer de estos mega eventos una medida económica viable para todos en su equipo.

La industria de la música no es fácil, y entendemos que en estos tiempos de pandemia existe una ideología de resistencia, pero la resistencia tiene que parar; tenemos que aceptar la derrota y entender en nuestras mentes y corazones: el COVID-19 va ganando, pero el juego en sí no ha terminado.

El virus nos va a ganar como industria cuando los foros independientes quiebren, cuando los cuerpos de staff se vean forzados a retirarse de esta línea de trabajo por falta de ingresos y se incorporen a otras tangentes del mundo laboral. El virus, como tal, ganará cuando los festivales, promotoras, productoras y demás, desaparezcan por la extensión de la pandemia y la falta de flujo económico.

El virus, pues, gana si nos quedamos en la bancarrota y hacer “festivales con sana distancia” y “conciertos con medidas de seguridad” es ayudarle al virus a ganarnos.

¿Por qué? Porque es tanta la necesidad de dinero, que creemos que lo que tenemos que hacer es “buscar nuevas formas” e “idear nuevos formatos”, cuando en realidad lo que deberíamos de hacer es aceptar la derrota; aceptar que no podemos hacer eventos masivos de música por ahora, y resguardarnos hasta que todo esto pase y, quizás en un futuro no tan lejano, podamos volver a realizar grandes conciertos y así, lograr reactivar a toda la industria.

Y no es un invento propio, incluso el promotor del Vans Warped Tour, Kevin Lyman, parece estar de acuerdo tras haber compartido una nota de Smash Mouth y su controversial concierto para miles de personas en un rally de motociclistas.

Entre más intentos tengamos, ya sea en auto-conciertos, festivales con corrales ó sesiones “con medidas de sana distancia”, más vamos a ayudar al virus a propagarse y, por ende, a extenderse como pandemia y encierro.

Desde el 24 de enero hasta el 10 de agosto (y contando), Billboard ha registrado más de 115 conciertos de alto calibre cancelados alrededor del mundo (sin contar las iniciativas independientes ó los festivales tradicionales en provincias alrededor del mundo).

Además, el pasado 15 de julio el sitio Far Out reveló que el proyecto de “auto-conciertos” de la gigantesca productora Live Nation (misma que contaba con alrededor de 30 conciertos y llevaba por título “Live At The Drive-In”) canceló toda su agenda debido a que EE. UU. presentaba el índice más alto de contagios y muertos por COVID-19, y los auto-conciertos como modelo de festival fallaba en cuidar la salud de sus asistentes.

¿Será que lo único que debemos hacer es esperar? Quizás sí. Quizás no. Pero intentar “regresar” a lo de antes solamente nos va a costar la vida.