La mañana de ayer (6 de julio), el mundo despertó con la lamentable noticia del fallecimiento de Ennio Morricone, el genio italiano, responsable de musicalizar más de 500 películas; cuyo deceso se produjo a la edad de 93 años luego de sufrir algunas complicaciones médicas a raíz de una caída, en donde se fracturó el fémur.

Morricone, considerado como uno de los compositores más relevantes de los últimos tiempos, fue el encargado de darle vida y pasión a películas clásicas como The Good, The Bad and The Ugly (1966), Cinema Paradiso (1988) o The Mission (1986), a través de su inigualable sensibilidad y talento.

El día de hoy (7 de julio), los restos de Ennio Morricone fueron sepultados en una estricta ceremonia privada, tal y como el artista lo pidió en una nostálgica carta de despedida, que fue leída a la prensa por su amigo y abogado, Giorgio Assumma.

Yo, Ennio Morricone, he muerto. Lo anuncio así a todos los amigos que siempre me fueron cercanos y también a esos un poco lejanos que despido con gran afecto (…) Hay solo una razón que me empuja a despedirme de este modo y a tener un funeral privado: no quiero molestar”.

Algunos medios locales afirman que el funeral privado fue atendido únicamente por sus hijos, Andrea, Giovanni, Alessandra y Marco, sus nietos, algunos pocos parientes, y Maria Travia, quien fuera su esposa durante 64 años, y a quien le dedicó las últimas palabras de su misiva.

Por último Maria (pero no última). A ella renuevo el amor extraordinario que nos ha mantenido juntos y que lamento abandonar“.

A ella es mi más doloroso adiós“.

Ennio y Maria se conocieron en la década de los cincuenta, cuando él aún no había despuntado en el mundo del cine. Ella, era amiga de Adriana, hermana del compositor, y su encuentro se dio por casualidad. Contrajeron matrimonio en 1956, y vivieron en Roma durante su duradero idilio romántico.

No sé si existe el amor a primera vista o las intuiciones sobrenaturales. Sé que existe la consistencia y la seriedad, y por supuesto, la lealtad”, confesó alguna vez Morricone sobre la fórmula que lo mantuvo unido a Maria Travia durante 70 años.