Lo que debía ser un festival paradisíaco en una de las playas más recónditas de Centroamérica, hoy se ha convertido en una realidad como si fuera sacada de la película La Playa de Leonardo DiCaprio.

En marzo pasado, miles de fans de la música electrónica viajaron a Panamá para asistir a la edición anual del festival Tribal Gathering, una celebración que combina experiencias musicales con actividades con comunidades locales con el objetivo de conectar con la naturaleza.

Sin embargo, el festival dio un giro inesperado cuando, a pocos días de haber iniciado en la primera semana de marzo, el gobierno de Panamá decidió ponerlo en aislamiento debido a la pandemia del coronavirus COVID-19.

Al principio, los asistentes tomaron la situación a la ligera, ya que esperaban que, al terminar el festival, las autoridades locales levantaran la cuarentena para poder regresa a casa en sus respectivos países. No obstante, la historia comenzó a ponerse más oscura, ya que el festival (con asistentes, organizadores y habiendo finalizado el 16 de marzo) fue aislado completamente, sin acceso para salir o entrar.

Con el paso de los días, la frustración comenzó a crecer y los asistentes, en una serie de intentos desesperados, comenzaron a ejercer presión en sus embajadas locales para que los ayudaran a abandonar la zona del festival.

Al día de hoy, muy poco se ha logrado y aunque algunos asistentes al festival (principalmente de nacionalidad británica) han logrado salir del mismo, estos no han podido salir de Panamá debido a que su propio gobierno les ha pedido un aislamiento de 40 días para poder regresar a su país.

Hoy, decenas de personas continúan varadas en la playa donde se realizó el festival. Y de hecho, algunas ya han cumplido 80 días en un campamento improvisado (debido a que llegaron a la zona del festival desde los primeros días de febrero, según reporta The Guardian). Hoy, dichas personas están a la espera de que el gobierno de Panamá o el de sus respectivas nacionalidades respondan por ellos.

El siguiente mini-documental de Vice retrata con lujo de detalle la historia de lo que hoy es “el último festival sobre la Tierra”, con testimonios de personas que continúan conviviendo en la zona del Tribal Gathering.