La realización de un nuevo material discográfico implica la superación de muchos y muy variados retos por parte de los artistas, pero sin lugar a dudas, Foo Fighters se lleva la presea a la banda más perseverante, pues tuvieron que lidiar con fantasmas durante la grabación de su nuevo álbum.

A través de una entrevista concedida a la revista Mojo, Dave Grohl, líder de la agrupación, confesó que cosas inusuales comenzaron a suceder en la casa que rentaron en la localidad de Encino, California, para grabar su décimo material de estudio, el sucesor de ‘Concrete and Gold’ del 2017.

Cuando entramos en la casa de Encino sabía que la vibra era definitivamente mala, pero el sonido era increíble“, dijo Grohl.

“Comenzamos a trabajar ahí y no pasó mucho tiempo antes de que cosas comenzaran a suceder. Regresábamos al estudio al día siguiente y todas las guitarras estaban desafinadas”.

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Luego de constatar cambios extraños en su tablero de Pro Tools (había nuevas canciones que nadie del equipo había puesto ahí 👻) la banda se decidió a hacer lo que cualquier humano promedio haría: Instalar cámaras para constatar la presencia de seres paranormales.

¿Lo malo de esta historia? Dave Grohl y compañía sí captaron incidentes extraños pero no los pueden revelar debido a la firma de un contrato de confidencialidad con el dueño del inmueble.

Cuando nos enteramos de la historia de la casa, tuve que firmar un jodido acuerdo de confidencialidad con el propietario porque está tratando de vender el lugar“.

Ni modo. Por el momento, solo nos queda creer en la palabra de Grohl y su equipo en Foo Fighters mientras esperamos por este “tenebroso” nuevo álbum.