La vigésimo primera edición del festival Vive Latino se celebró el pasado fin de semana (14 y 15 de marzo) en medio de la polémica desatada por el reciente brote de Coronavirus y las múltiples cancelaciones de festivales y conciertos en otras partes del mundo.

El debate en redes sociales no se hizo esperar, y muchos tildaron de “irresponsable” y “egoísta” a la organización del festival por continuar con la celebración musical que este año logró reunir a más de 40,000 personas, pese a las recomendaciones globales por el COVID-19.

Aclarando esas inquietudes, la secretaria de Salud de la CDMX, Oliva López Arellano, aseguró en entrevista con Imagen Televisión que la suspensión del Vive Latino no habría limitado la propagación del virus, y que además, todavía nos encontramos en una fase muy temprana para considerar el cierre de establecimientos y centros mercantiles.

Todavía estamos en fase de circulación importada, qué quiere decir esto, que los casos todavía son pocos, son vinculados a importación, no estamos en circulación local”, aseguró.

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López Arellano recordó la contingencia del 2009 debido a la gripa H1N1 , y las pérdidas económicas que hubo en la CDMX luego del cierre de lugares públicos durante 10 días. Se estima que la ciudad perdió más de 10 millones de pesos en aquella pandemia.

Estamos siendo muy responsables, se están tomando las decisiones valorando día a día el comportamiento de los casos, la expansión de los casos y que seguimos en circulación de virus de casos importados”, apuntó Arellano.

Aseguró que tampoco es necesario que la ciudad entre en estado de cuarentena, porque “son todavía pocos casos, son 82 en el país y 21 casos en la Ciudad de México”. Mencionó que la medida podría ser necesaria cuando la CDMX entre en fase 3 , es decir, cuando ya exista circulación local del COVID-19.

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