Probablemente uno de los aspectos más populares en la carrera del actor británico Sean Bean es la facilidad con la que sus personajes mueren en cada uno de los proyectos en los que participa.

¿Se acuerdan de Boromir en el ‘El Señor de Los Anillos? Murió después de haber sido atacado por una horda de uruk-hais. ¿Ned Stark? Decapitado en frente de una de sus hijas. ¿Alec en Goldeneye? asesinado por James Bond.

Después de haber tenido que fallecer unas 23 veces en pantalla, el actor ha decidido no aceptar más papeles en donde su personaje tenga que perecer, ya que se volvería algo predecible para la audiencia.

“Hubo un papel en el que me dijeron “te vamos a matar” y respondí que no. Entonces dijeron “Bueno, ¿podemos dejarte malherido?” y entonces acepté mientras no me mataran,” bromeó el actor.

La última vez que Sean Bean murió en pantalla fue en 2011, cuando su personaje de Ned Stark en Game Of Thrones fue decapitado. Cansados de verlo perecer una y otra vez, en 2014 un grupo de fans comenzó la campaña #dontkillseanbean.