Texto: Marisol Martínez

En el marco de lo que será la próxima Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, un grupo de 9 religiosas será el encargado de levantar los ánimos de miles de feligreses, y también, del mismísimo Papa Francisco cuya visita ya se encuentra programada para atender el encuentro. Se hacen llamar Siervas, y aparte de orar, también componen canciones de rock.

Alguna tarde hace 4 años atrás, un grupo de monjas con distintas nacionalidades se encontraron dentro de la congregación Siervas del Plan de Dios, y fue ahí donde se dieron cuenta que varias tenían aptitudes vocales y otras más, manejaban ciertos instrumentos. “Ha sido un designio de Dios juntarnos”, recalca una de ellas segura de que su misión, es tocar la vida de otros fieles a través de la música.

Desde la constitución del grupo, Siervas ha visitado 9 países de Latinoamérica incluyendo Ecuador, Colombia, Chile, Panamá, Honduras, Guatemala, El Salvador, Estados Unidos, México y Costa Rica. Su música se puede encontrar en plataformas como Spotify, y sus videos en You Tube cosechan números extraordinarios, como por ejemplo “Confía en Dios“, canción que tiene 1.7 millones de reproducciones hasta ahora.

Quizás el éxito de Siervas radique en su audacia para manipular géneros tan mainstream como el rock o pop latino, y convertirlo en una especie de “neo-alabanza” religiosaUna cosa sí hay que tener en cuenta con respecto a la música orientada a la fe, pues se trata de un verdadero negocio que deja ganancias multimillonarias no sólo a sus intérpretes, si no a todo el staff involucrado que incluye managers, promotores, comerciantes y por supuesto, vendedores de piratería.

Por el momento, Siervas ha compuesto cerca de 30 canciones originales compiladas en cuatro álbumes de larga duración y ha lanzado 7 videos oficiales. La jóvenes religiosas, cuya edad fluctúa entre los 22 y los 37 años de edad no cobran ni un centavo por sus conciertos, pero sí aceptan donaciones voluntarias para invertir lo recaudado a su congregación.

Como parte de la misión que aceptaron en el momento que tomaron los hábitos, las religiosas también visitan cárceles y hospitales con el fin de aliviar la pesadumbre que habita en los corazones de mujeres recluídas o personas con discapacidades mediante la palabra de Dios.

Una de sus próximas composiciones, aseguran, tendrá como base la novena sinfonía de Beethoven.