Texto: Marisol Martínez.

Por primera vez en la historia, una mujer, la noruega Ada Hegerberg, se hizo acreedora al codiciado balón de oro, un premio que se entrega de manera anual por la revista francesa especializada France Football, considerado como el mayor honor individual a nivel futbolístico del mundo.

Aquel altísimo reconocimiento deportivo que en años anteriores ha sido levantado con orgullo por personalidades de la talla de Cristiano Ronaldo o Lionel Messi, se ha visto manchado con los comentarios machistas del DJ Martin Solveig, quien al entregar la presea a Hegerberg no pudo esperar ni un minuto para que su lado “bromista” y patriarcal saliera a relucir.

“Por supuesto que no quería ofender a nadie. Fue un chiste, probablemente uno malo”  se excusó el productor francés de 42 años de edad después de dimensionar el nivel de ignorancia y misoginia en su “chiste”.

Y es que en un deporte históricamente dominado por hombres, que una talentosa mujer se convierta en la primera en triunfar en SU cancha, de pronto parece poco trascendental, y claro, mejor que nos pregunten por cosas que sí sabemos hacer, como perrear, por ejemplo.

Pero, ¿qué tal la cobertura mediática sobre las posibles teorías conspiraciones del porqué Neymar no asistió a la gala? Eso sí es futbol, y eso sí que nos interesa, que le den en este instante todas las primeras planas internacionales.

¿Qué una mujer ganó el balón de oro por sus increíbles habilidades futbolísticas, pese a todo el estigma que recae sobre ellas ? , que si ya son “machorras”, que si ya son lesbianas, que si ya no se arreglan, eso al mundo le da enteramente igual. Y ya para qué mencionamos el hecho de que uno de los momentos históricamente más importantes para las mujeres, para el futbol, para el deporte en general y en la vida de Ada fue reducido a cero por el ‘nada ofensivo y sin ánimos de demeritar’ chiste de Solveig.

¡Bah!, que más da, mejor que se regresen a perrear.