Texto: Marisol Martinez

Han pasado ya muchas décadas desde que el cuarteto de caballeros de Liverpool dominaba todas y cada una de las listas de éxitos en el mundo, cosa que quizás no sea del todo cierta, pues The Beatles continúo haciéndolo durante muchos años más a pesar de que la agrupación ya se encontraba extinta.

Su legado musical y la repercusión que tuvieron en todos los grupos que les precederían es innegable. Quizás, el mundo de la música no sería como lo conocemos si The Beatles no hubiera existido, pero a pesar de todo esto, la humanidad y la música -uno de sus más fieles vehículos de expresión- continúa desarrollándose y mutando conforme la sociedad así lo dicta, y para bien o para mal, la era de The Beatles como los monarcas absolutos de la música está llegando a su fin.

Drake, por su parte, es uno de los artistas más prolíficos e inteligentes en la actualidad. Ha sabido moldear géneros como el hip hop y el R&B para crear temas mucho más digeribles. Un híbrido más cercano al pop que a cualquiera de sus dos géneros base que ha llegado a lo más alto de la música contemporánea. Sólo quiero recordarles que cuando ‘Scorpion‘ salió al mercado -el último disco de Drake– se reprodujo cerca de 10 millones de veces por hora en plataformas digitales.

Nada mal para un outsider del hip hop y R&B de apenas 32 años de edad, ¿no?.

¿Cuál ha sido la repercusión de toda esta mutación musical?

El día de hoy, uno de los más grandes récords impuestos por The Beatles ha caído, y Drake se lo ha llevado a casa. Se trata del mayor número de canciones generadas en un sólo año colocadas en el Top 10 de Billboard 100. El cuarteto lo habría logrado en 1964 con 11 temas y el día de hoy, Drake lo supera con “Mia”, canción que tiene a dueto con otro fuera de serie, el boricua Bad Bunny, que le concede su éxito número 12 logrado en menos de un año

“Mia” hasta el momento que escribo estas palabras ha sido reproducida cerca de 82 millones de veces en YT, y contando. La supremacía del género (ajá, ese al que gustan llamar ‘género urbano) es rotunda.

Pero bien dicen por ahí que de ‘likes’ no vive el hombre, y que en gustos se rompen géneros, y aquí se quebró una taza y que cada quien escuche lo que le plazca.