El álbum debut de Cigarettes After Sex apareció en mi vida justo en un momento de “corazón roto”. Por eso cada uno de los 10 temas que lo componen, se volvió un pequeño film de las etapas de mi última relación.

El anunció del show llegó a finales del 2017, justo en el momento en el que decidí despegarme de mis dolorosos pensamientos, así que la idea de que a finales de enero estarían en mi vida, se convirtió en un sueño que este pasado fin de semana vi hecho realidad.

3,000 personas creaban una larga fila que daba vuelta a la calle. De frente el Monumento a la Revolución con las luces de colores reflejando en sus esquinas. Cada vez el escenario se tornaba más perfecto para lo que yo creía iba a ser mi momento de despedida al viejo amor.

Tenía conocimiento de que la banda no iba a tener un telonero pero si una playlist curada por el mismo Greg González (líder del grupo), que tenía la intención de poner a los asistentes en un sutil transe melancólico. Se logró por completo. A pesar de que la gente tenía sus quejas por el acceso al Frontón México (venue del show), los que llegamos temprano aplaudíamos con cada pieza musical seleccionada.

9:30 pm y era el momento del show. Al inicio una proyección de una chica con la mirada profunda y clavada hacia el fondo del lugar. Fue así como los 4 integrantes de Cigarettes After Sex aparecieron uno a uno en el escenario. De pronto ya estaba sonando “Sunsetz” de fondo.

Los sentimientos brotan de la manera más simple, ni siquiera te das cuenta. Así fue el show por completo. Era casi impalpable el cambio entre un tema y otro; los visuales eran todos blanco y negro y cada tema tenía el propio. Las luces por su parte, iluminaban sutilmente el espacio, haciendo que incluso la atmósfera fuera al mismo tono.

“K.” y “Sweet”, proyectaban a una chica con una mirada triste. Sólo eso. También recuerdo la melancolía en una noche de nieve, eso mientras sonaba “Opera House”.

El momento cumbre para muchos de nosotros fue “Apocalypse”. El llanto fue inevitable, las voces de los presentes hacían los coros a la andrógina voz de Greg, las luces de los celulares contra-atacaban a las del escenario y la proyección era un recorrido visto a la inversa a través de una canica. Así se siente el deseo por alguien más.

Para el momento del encoré, mis ojos se habían secado y me encontraba ya en un momento de calma. Así apareció Greg con su guitarra y Phillip al teclado para interpretar “Please Don’t Cry”. Yo sólo pensé “demasiado tarde”.

Finalmente sonó “Dreaming Of You”, del EP de Cigarettes. Me di cuenta que había hecho las pases con mi corazón roto; espero que el resto de los asistentes también.