Una reportera identificada bajo el alias de Jane Doe, quien a través de sus abogados, comunicó su preferencia por mantenerse en el anonimato, acaba de hacer oficial una demanda por acoso sexual en contra del afamado bajista y fundador de Kiss.
Durante una entrevista con Paul Stanley y Gene Simmons, la reportera denuncia haber sido forzada a colocar su mano en la rodilla del bajista, además de haber estado sometida a una serie de comentarios inapropiados, por parte del músico durante el resto de la entrevista y convivencia con él.
Así pues, tras aguantar una serie de conductas bastante lascivas, la mala experiencia de Doe concluyó con una fotografía con Paul y Gene en la que ella, acusa a Simmons de haberla tocado sin su consentimiento aprovechando la ocasión.
Ahora a través de sus redes sociales, el miembro y fundador de Kiss ha declarado sentirse injustamente atacado y listo para demostrar su inocencia, por lo que es de esperarse que el gigantesco equipo legal de la banda, cuide los intereses de la misma al defenderle, sin olvidar los grandes tratos que tienen con el equipo de fútbol americano que compraron en L.A y otros tantos productos relacionados a Kiss.
Sin embargo, por mucho apoyo legal que tenga Simmons de su lado, ¿esto es una sorpresa? ¿esto realmente parece algo shockeante que entre en tela de duda?
En una época en la que los menos pensados han terminado por revelar asquerosas facetas y tristes realidades, ¿realmente podemos esperar inocencia de un personaje que asegura haberse acostado orgullosamente con 4,800 mujeres (especificado, según por él, groupies)?
