Seguro te ha pasado que estás en una discusión acalorada, la persona con la que estás discutiendo dice algo que te parece ofensivo, y tú te quedas callado. No respondes y dejas que la otra persona siga hablando y te siga insultando.

O igual puede ser que estás entre amigos y están hablando sobre los próximos conciertos en la agenda. Alguien se fija que tienes el cierre abierto y dice algo que hace que todos los demás se ríen de ti. Apenado, tú te cierras el cierre pero no se te ocurre nada. Te quedas callado. Y pero aún, no es sino hasta varias horas después que se te ocurre la respuesta perfecta.

Mucha gente pierde confianza en sí misma por no ser capaz de responder en este tipo de situaciones, o de “no estar en el momento”. La gente suele tener la impresión de que esto te hace ver menos inteligente, o de menos agilidad mental, pero la realidad es algo distinta. Tu error, más bien, es que no escuchas lo que dice la gente. O mejor dicho, no pones atención a sus palabras.

Según Abigail Paul, director artístico del Theatre Language Studio (TLS), el juego de la réplica consiste en usar las palabras de tu interlocutor en su contra. Para lograr esto, solo es cuestión de escuchar con atención, algo que no muchos de nosotros hacemos con regularidad.

El problema es que estamos tan ensimismados en nuestros pensamientos, o estamos tan concentrados en lo que vamos a decir, que no nos damos cuenta en las palabras de la persona que tenemos delante de nosotros. Por eso siempre nos quedamos tarareando como bobos, “ah, pues, este…” El arma secreta de los contestones, sin embargo, es su capacidad para escuchar TODO el mensaje, desde la primera palabra hasta el punto final. Solo así puedes contestar de manera rápida y precisa.

Así que ahí lo tienes. Incluso si tienes un coeficiente intelectual altísimo, mientras no escuches a la gente con atención, siempre te van a agarrar de bajada.

Via Lifehacker.