Hay varios gastos que debes dejar de cubrir si quieres comer y, ya sabes, sobrevivir. Ya sea por flojera de cancelarlos o porque no explotas algunos servicios/productos como debería ser, te ayudamos a que los identifiques para que tomes las riendas en el asunto de tu dinero. Porque a veces no tienes dinero para tus conciertos favoritos, pronto ya no te preocuparás más.
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Gastos innecesarios que te están dejando en la quiebra
1. Tu flojera por cocinar te va a dejar pobre. Sí, en algún momento te va a dar hambre y querrás comprar lo que sea para comer. Si diariamente gastas en restaurantes, tu dinero se irá como agua.
2. Las salidas para beber con tus amigos. Sabemos que estás pagando el “ambiente” de tus bares favoritos, pero es exageradamente caro el precio del alcohol, cuando lo comparas con tu tiendita de la esquina. De vez en cuando, haz la fiesta en tu casa, hasta podrás poner la música que tu quieras. Aquí te damos algunos tips.
3. La tarjeta de crédito que sacaste. Seas estudiante, empleado o el hijo de tu mamá, los bancos te pueden ofrecer una tarjeta de crédito. Aunque sea la que tenga una tasa de interés súper baja (¡ja!), terminas endeudándote porque crees que es dinero que tienes. Controla tu capitalismo y no la uses mejor.
4. Tu café (o té) diario. Cuesta lo mismo que una comida corrida. Mejor invierte en una cafetera casera o pon el agua a hervir y compra café soluble.
5. Apps de juegos. Al principio te emocionan, pero no son como los videojuegos aún, por lo que terminas hasta borrándolas cuando te quedas sin espacio.
6. En tu pareja. A veces nos clavamos tanto con equis chico o chica, que queremos darles todo. Aprende a contener tu derroche de dinero por esa persona, al menos no exageres.
7. No comer antes de ir a tus conciertos favoritos. A menos de que sea un festival… aunque hay veces que puedes entrar con comida, si vas a ir a un concierto come antes, porque te saldrá más caro ahí. Si de por si la cerveza es carísima, imagínate cuánto pierdes.
8. Ropa. Hay tiendas que tienen precios tan bajos, que cada vez que entras no puedes dejar de comprar aunque sea un accesorio. Piensas que estás ahorrando, pero no es así, sólo te estás acumulando de ropa. Mejor piensa si en verdad necesitas esos zapatos o esa playera.
