Dentistas, pónganse a temblar. Un estudiante acaba de arreglar sus propios dientes usando unos frenos diseñados y fabricados por él mismo. ¿Y cuánto se gastó? ¡Menos de $60 dólares! Esto es muchísimo menos de los casi $8,000 dólares que cuesta un programa de frenos o brackets para corregir dentaduras, en los EE. UU. En resumen, este estudiante diseñó su propio molde y le dio vida con una impresora 3D (ah, esas impresoras 3D que llegaron para cambiar el mundo).

Bueno, en las fotos que puedes ver arriba y abajo podrás darte cuenta del proceso y, lo más importante, del impresionante resultado. Ahora, lo mejor de todo es que este “tutorial” está disponible para que cualquier persona lo replique, y está en línea en este enlace.

Vía The Huffington Post.