Aquí tenemos otra prueba de que la industria musical está pasando por uno de los peores momentos de su historia. El pasado lunes, 15 de febrero, se realizó la entrega número 58 de los premios Grammy en Los Angeles, California, una ceremonia que se destacó por heroicas actuaciones en vivo como la de The Weeknd o la de Kendrick Lamar, o como la fallida aparición en vivo de Adele.

Pero encima de todo esto, la última entrega de los premios Grammy resultó ser una de las menos vista en los últimos años. Según reporta la compañía Nielsen, este año la ceremonia fue vista por sólo 25 millones de personas, y aunque este número parezca altísimo, la realidad es que los Grammy han tenido mejores años. Como referencia, el mejor año para esta ceremonia fue 2012, con una audiencia de más de 40 millones de espectadores.

No nos vayamos tan lejos, tan sólo en 2015 el número de televidentes fue de 27 millones y en 2014 los Grammy fueron vistos por un poco más de 28 millones de personas. ¿Qué se podría esperar de los niveles de audiencia de la siguiente entrega de los Grammy, en 2017? ¿El interés del público seguirá en declive? Ojalá que no, pero es un hecho que este año los premios Grammy no brillaron como en años anteriores.

Y si a esto le sumamos la pobre y reprobada producción del medio tiempo del Super Bowl 50, podemos casi afirmar que 2016 no está siendo un gran año para la industria de la música.

Vía Hypetrak.