La frase “mi casa es tu casa” toma un significado totalmente diferente cuando vives en un edificio de departamentos en donde escuchas absolutamente TODO lo que pasa a tu alrededor. Las paredes delgadas y la proximidad de los departamentos te permiten conocer a tus vecinos de una manera bastante íntima y a veces eso no es tan buena idea. Yo (al igual que muchos) soy una de esas desafortunadas personas que tiene que convivir todos los días con gente que ni siquiera conozco, escuchando sus conversaciones a través de los muros y aguantando cuanto desmadre quieran hacer.
¿Será que soy yo la más intolerante o que de plano tengo la peor suerte con mis vecinos? Todos los personajes acá abajo existen y sí, son los vecinos más insoportables que uno puede tener.
¡No puede ser! Al parecer se acabó la “pareja más poderosa de la música” y por una razón sorprendente
Estos son los peores tipos de vecinos que puedes tener:
1. El o la gritona. Es una señora que nunca he conocido en persona pero que parece no tener botón para bajarle el volumen. Ella no habla, todo lo grita. Desde su indignación porque el del gas llegó tarde ese mes hasta los momentos de alegría que decide compartir con sus sobrinos que, para colmo, viven en el departamento de arriba. Para que echarles una llamada si puedes gritarles de departamento a departamento, ¿no?
2. El cantante amateur. La teoría que he creado alrededor de este encantador sujetillo es que está practicando para participar en algún programa de talento como American Idol o La Voz o algo por el estilo. Le encanta entonar su no tan melodiosa voz al ritmo de Mijares, Arjona y todo cantautor sufrido que puedan imaginar.
3. El que hace fiestas… TODOS LOS DÍAS. El punchis del vecino retumba todas las noches en la ventana y no hay nada que puedas hacer al respecto. Desde gritos, tocarle la puerta y amenazar con llamar a la inmobiliaria, este chico fiestero le baja dos segundos para volver a subirle a su rave tres minutos después. Tapones para los oídos, ¡allá vamos!
4. El que fuma sustancias ilícitas. El único problema es que su ventana da a mi ventana y se mete todo el olor y se encierra y luego el hot-box está de no te cuento.
5. El de los perros. Amo los perros pero los suyos son pastores gigantes que viven en un mini departamento y claro, ladran todo el día.
6. El que quiere ser tu amigo. “¡Hola vecina! ¿Cómo va tu día?” Es muy amable pero a veces se pasa de platicador. Peor aún cuando traes las bolsas del Super o quieres llegar corriendo al baño y te quiere contar todo lo que le pasó a su abuelita en el metro. Vecinos y no amigos.
7. El emocional. Este pobre no se sabe controlar (y es bastante insoportable). Un día canta y grita de alegría, al otro lo escuchas gritando furioso y aventando cosas por toda su casa y el peor (hace un par de semanas) fue el día que lo escuché llorar desconsolado toda la noche. No es su culpa… ¡Es que es muy sentimental!
8. El que te tira la onda. “¿Qué onda vecinaaaaaa? ;)” *Inserte emoji de wink wink y mi cara de NO POR FAVOR*
9. Los pasionales. Las paredes son MUY delgadas y escuchar el squish-squish del colchón acompañado de lo que sólo puedo suponer son nalgadas no es mi idea de una noche de sábado tranquila en casa.
10. El que tiene un bebé. No hay mucho que explicar más allá de que pobres papás que no duermen nada y pobre de mí que tampoco.
11. El/la que odia a todos los vecinos. La típica hater que ya ni saluda en el lobby y ve a todos con cara de odio porque son una bola de ruidosos e incómodos. Cualquier parecido con mi realidad (o la tuya) es mera coincidencia.
