El sueño de miles de estudiantes de preparatoria o universidad es tener la oportunidad de realizar un semestre en otro país. Lejos de casa, en donde la gente hable otro idioma y donde todo sea no solo distinto, sino nuevo. Muchas universidades venden la idea de estudiar en el extranjero como una enorme oportunidad para expandir los horizontes de una persona y, en teoría, hasta el día de hoy estudiar en otro país te puede hacer mejor persona.
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Bueno, ¿esto es cierto? Esta respuesta la tiene un nuevo estudio publicado por el International Studies Quarterly el cual, según explica la especialista en ciencia política Calvert Jones, revela que los jóvenes que van a otros países a estudiar regresan con resultados distintos a los que muchos esperaríamos. Y no es que sea algo malo, pero lo que reveló este estudio es que es más probable que un estudiante de intercambio regrese a su país con sus propios valores solo que reforzados, a que regrese con una nueva perspectiva del mundo y de la vida.
En este estudio, los investigadores entrevistaron a estudiantes de 11 universidades de los EE. UU. La mitad se trató de alumnos que aún estaban por viajar al extranjero para estudiar y la mitad restante incluyó a estudiantes que acababan de regresar de cursar sus estudios en el extranjero.
Las gráficas que compartimos abajo reflejan la realidad de lo que pasa después de viajar a otro país para estudiar.
Los estudiantes que regresan de un programa de intercambio lo hacen con un incremento en su nivel de nacionalismo.
Los estudiantes que viajaron al extranjero para estudiar regresan con una percepción de “entendimiento compartido” con la gente que los albergó durante sus estudios.
En resumen, lo que este estudio indica es que sí, al viajar y estudiar en el extranjero podemos conocer sobre otras culturas, pero esto no necesariamente significa que nuestros valores cambiarán según lo que vimos este otro país, sino que esto nos hará reforzar nuestros propios valores y ver las culturas de otros países incluso más ajenas.
Vía Mic.
