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Cuando vives en una gran ciudad y apenas estás empezando a vivir la vida adulta tienes que tener un roomie. Compartir departamento con alguien tiene sus ventajas y desventajas, el día de hoy hablaremos de las desventajas. La verdad es que hay cosas que no están tan padres (pero aún así, queremos a nuestros roomies). Aquí están los problemas de vivir con un roomie.

El director de ‘Inception’ por fin habla sobre su misterio más grande

1.- Nunca tienes tiempo a  solas.

A menos que comas y te bañes en tu cuarto, cuando tienes un roomie, es muy difícil tener tiempo a solas. Esto también podría ser un problema para los introvertidos que necesitan de mucho más espacio y tiempo solos. La verdad es que a veces se extraña llegar a casa, quitarte la ropa y andar en calzones sin que te importe nada.

2.- Trabajar es imposible.

Llegas a casa, tienes mucho trabajo o tarea que no terminaste y te encuentras con que tu roomie te quiere hacer la plática o está escuchando música a todo volumen o tiene una reunión con sus amigos en casa y parece que no va a terminar pronto.

3.- Tienes que aprender a vivir con sus hábitos de limpieza.

Ya sea que vivas con alguien muy ordenado o con alguien que no tiene sentido del olfato y deja la basura en el piso por días, tienes que aprender a aceptar los hábitos de limpieza de tus roomies. Nada fácil.

4.- Estás forzado a compartirlo todo.

Muebles, comida, y a veces hasta ropa. Cuando tienes un roomie no puedes darte el lujo de ser envidioso. Claro que hay unos que se pasan y ya hasta se meten a tu cuarto sin permiso. ¡Qué horror!

5.- Son como un matrimonio que tiene que llegar a acuerdos.

Ponerse de acuerdo para comprar el super, sacar la basura, pagarle a la muchacha. ¡Felicidades! Ahora estás casado y ni siquiera tienes sexo ni un anillo de diamantes.

6.- Siempre hay visitas inesperadas.

Tener un roomie es una buena manera de conocer personas ya que siempre tienen a sus amigos en el departamento. Pero a veces, esto va demasiado lejos cuando su pareja se queda a vivir en su cuarto toda la semana o hay fiesta de viernes a lunes.

7.- No puedes hacer todo a tu tiempo.

Cuando vives solo, tienes que organizarte para saber cuando harás todo lo que tienes que hacer relacionado con tu casa. Pero cuando tienes un roomie, no puedes dejar la pila de trastes en la cocina por una semana, o dejar la popo de tu perrito en la sala por un día entero. Aquí es cuando algunas discusiones toman lugar.

8.- Todo es tema de pelea.

Te sientes mal si tienes que decirle que no agarre cierta comida que es de tu dieta o que no deje sus zapatos en la entrada ya que puede que se sienta ofendido y reaccione de manera negativa. Tener un roomie es como caminar por un campo minado.

9.- Fiestas de fin de semana.

Tu tienes un examen importante el viernes y tu roomie no estudia así que decide empezar la peda el jueves en tu depa con sus amigos. La música no deja de sonar y ya son las 3 a.m. ¡Una pesadilla!

10.- Ya no puedes cantar en la regadera.

O bailar frente al espejo o actuar en tu sala. Tener un roomie es vivir en la espera de que alguien te agarre con las manos en la masa en cualquier momento. La verdad si da un poco de penita.