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Los productos de Apple, en particular el iPhone, han invadido el mundo. Con sus mil gadgets, computadoras, aplicaciones, etcétera, todos hemos caído en la trampa del consumismo y hemos gastado cantidades impresionantes de dinero en estos productos. Sin embargo, ¿valen realmente la pena? Aquí te damos una lista de razones por las cuales tener un iPhone no es la mejor opción. Reconsiderarás todo.

1. Porque hoy te compraste el más nuevo, original, padrísimo… Que dentro de un par de meses será obsoleto. Sí, a nuestros amigos de Apple les encanta sacar nuevos productos cada tres minutos y hacer que sus clientes se jalen el pelo del coraje porque acaban de gastar una millonada y aún así no tienen lo más nuevo. Triste realidad.

2. Limitaciones: léase flash, tener su propia app store, sincronización con productos de cierto tipo, la nube, necesidad de iTunes… Todas estas limitaciones son muy poco atractivas para el usuario.

3. Porque se rompe: una caída de iPhone es garantía de pantalla rota, no hay de otra. Sí, así de frágiles son estos teléfonos que ni tu funda de corazoncitos va a proteger. ¿Recuerdas el video del tipo que tiró su iPhone nuevecito?

4. Siri NUNCA te entiende: Tú: “Siri, llámale a mi mamá”. Siri: “No te entiendo.” Tú: “Llama a mi mamá.” Siri: “No te oí bien.” Tú: “¡A mi mamá!” Siri: “Esto es lo que encontré en Internet sobre Ali-Baba.” Ay Siri, de plano no podemos contigo.

¿Qué nos quiere decir Daft Punk con esta foto?

5. Seamos sinceros, ¡son carísimos! ¿$15 mil pesos por un teléfono? ¿Se acuerdan cuando los Nokia de viborita costaban $500 pesos? Lloremos todos.

6. Porque te obliga a comprar más productos Apple: si tienes un iPhone necesitas sincronizarlo con la carísima MacBook, usar Apple TV, pasar tus contenidos al iPad y ahora, al parecer, hasta tener un reloj de la misma marca. Todo esto por el accesible precio de todas tus quincenas; bien jugado Steve Jobs.

7. Porque hay teléfonos mejores: o al menos diferentes, con más variedad de aplicaciones, diseño más original. Los iPhone’s se ven ya todos iguales y sinceramente, cada vez son menos innovadores.

¿Necesitamos decir más?