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No hay razón suficientemente poderosa para defender el consumo de cigarrillos. Sobra recordar las muertes que provoca cada año alrededor del mundo, y subrayar lo molesto que este este hábito o vicio para millones de personas. Pero como (hasta cierto punto) ha sido imposible erradicar esta adicción, científicos de la Academia China de Ciencias prefirieron darle la vuelta al problema y buscar un beneficio a esto.

Resulta que encontraron que las cenizas de un cigarrillo no necesariamente son un desperdicio desagradable y mal oliente, después de todo. Estos residuos, según el equipo de científicos liderado por Jiaxing Li, se pueden convertir fácilmente en un filtro de agua tan eficiente que cumple con los estándares de la Organización de la Salud Mundial.

Esto funciona al combinar cenizas de cigarrillo con óxido de aluminio, y esto logra filtrar casi el 96% del arsénico que se encuentra en el agua contaminada, un problema que afecta a más de 137 millones de personas. En este enlace pueden leer el informe completo.

Vía: Gizmodo