El baile es la expresión más pura del cuerpo (bueno, la segunda expresión más pura del cuerpo), es un arte y también es twerking, es algo que todos podemos hacer, cada quien a su propio nivel, y que se contagia con una buena tonada. El gusto por bailar es inherente al hombre y a todos nos han atacado las ganas de dejar sacudir el cuerpo en medio de la calle. Gene Kelly lo hizo debajo de la lluvia, Björk en “It’s Oh So Quiet”, y el Serrucho afuera de una tienda Coppel. Así, en honor al milenario y pasional arte de bailar en la calle, les dedicamos esta lista a talentosos bailarines amateurs que no ven banquetas, sino pistas.