Dicen que todos podemos lograr lo que nos proponemos si practicamos mucho, pero la triste verdad es que, además de todos los obstáculos que la vida nos puede poner, de entrada y biológicamente cargamos ya con ciertas limitaciones. Esto queda muy claro cuando se trata de las habilidades para el deporte, las matemáticas y ahora, también para la música.

Un nuevo estudio genético conducido por la científica Miriam Mosing, se dio a la tarea de estudiar hasta qué punto las habilidades relacionadas con la música son marcadas por el ADN. Para hacerlo se estudiaron a grupos de gemelos, idénticos y fraternales, que cantaran o tocaran algún instrumento, se documentó cuántas horas practicaban en diferentes etapas de su vida. Se les hicieron tres pruebas iguales a cada par de gemelos, las cuales medían su capacidad de detectar/reproducir  tonos, melodías y ritmos. Se descubrió que sin importar qué gemelo practicara más, los resultados eran prácticamente los mismos.

Esto significa que cuando se trata de música, no importa cuánto practiquen o estudien, las posibilidades de que sean el próximo Jimi Hendrix están sorteadas desde su concepción, es más; de la concepción de sus padres, abuelos…

Así que si llevan años intentado sacar “Stairway to Heaven” en la guitarra, quizá sea momento de buscar otro hobby, como programar computadoras que sí puedan tocar covers a Led Zeppelin.

Vía Mic.com