El hip-hop ha sido, sin ningún lugar a dudas, uno de los factores más importantes en el crecimiento de Zendaya como actriz desde sus primeras apariciones en Disney hasta su estrellato en ‘Euphoria‘ y si existe un álbum que lo demuestre, tiene que ser The Miseducation of Lauryn Hill‘, su disco más preciado de todos los tiempos.

Recientemente a través de faroutmagazine, se ha revelado que la actriz, quien a diferencia de Miley Cyrus o Ariana Grande no logró una subida a la cima de la música, no dejó que un fracaso la detuviera de seguir plasmando sus influencias en cada paso artístico que dio.

Si bien no es tan “obvio”, Zendaya sí mantiene la rebeldía e independencia que aprendió de este y otros discos como ‘444‘ de Jay-Z y e ‘Illmatic‘ de Nas, que son sus otros dos discos favoritos después del de Lauryn Hill.

En la entrevista, la actriz comentó que para ella, el resaltar sus influencias era parte de la responsabilidad que trae consigo la fama; demostrarle a los jóvenes que siempre hay que estar orgullosos de dónde venimos, nos ayuda a ver mejor el camino hacia donde vamos, y esa clase de cosas las aprendió de álbums como ‘Me and My Gang‘ de Rascal Flatts, así como de la genia Brandy con su Never Say Never del ’98.