Texto: Felipe Corrales.

Todas las fotos por Luis Avilés.

Después de cuatro años de espera, Mumford & Sons regresó a la CDMX en un show lleno de grandes puestas escénicas. Este concierto fue un verdadero contraste a su antecesor, pues después de aquel fatídico show en el Palacio de los Deportes mis expectativas eran conservadoras.

Para ir abriendo energía dentro del venue, Gang Of Youths fue la encargada de calentar los ánimos de los seguidores de la banda de folk. Con un setlist apasionado, lleno de un rock muy “americano” formado por batería, guitarra y voz; la noche comenzaba de la mejor manera posible.

Haciendo alusión a las primeras palabras de este texto, mi expectativa de ver de nuevo a Mumford & Sons eran impredecibles. Los recuerdos de un setlist mal organizado y una acústica poco favorable me dieron los elementos suficientes para no disfrutar al máximo su primer show en México…pero en esta ocasión todo fue distinto.

El diseño del escenario nos dejaba ver el esplendor de cada uno de los integrantes, las luces llenaban de energía cada rincón del stage y la vista era espectacular. Musicalmente, desde el primer momento se sintió una química genuina banda- público, quienes estuvieron unidos en cada canción.

El setlist mantuvo una atmósfera llena de adrenalina desde el comienzo con “Guiding Light”, “Little Lion Man” y “ Beloved”, que nos dieron apertura a una noche fantástica. El folk creado por Marcus Mumford y compañía es estridente y lleno de emociones.

Conforme el setlist fue avanzando escuchamos temas como “Believe”, “The Cave”, “Ditmas”, “Picture Of You” y “Awake My Soul“. Esta es una banda cuyas influencias del folk del oeste de Londres son plausibles, y el resultado son melodías tan coreables que formulan el caso de éxito de una banda de estadio.

La noche redonda del regreso de Mumford & Sons nos dejó para el final una colaboración con Gang Of Youths para entonar “Blood“, canción original de ‘The Middle East’. Este fue el momento donde pudimos sentir el esplendor del folk en sus tintes más barrocos; y para cerrar, “I Will Wait” y “Delta” fueron los cortes seleccionados que terminaron la velada.

Comparando este show con su primer concierto en la CDMX la madurez resulta notoria, sus presentaciones ahora se centran en un espectáculo redondo y su musicalidad se complementa en todos los ambientes restantes detrás de un gran concierto.